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Blake Lively no para de generar noticias gracias a los looks que ha lucido en los últimos días. Se encuentra en plena campaña promocional de su nueva película All I See Is You, y los siete cambios de estilismo que ha llevado en apenas 24 horas le han valido un aluvión de halagos debido a su elegancia y habilidad a la hora de combinar rodo tipo de prendas y estilos. Pero, al margen de la ropa, también sus accesorios merecen un apartado especial, en concreto sus joyas.
Precisamente, estas también han sido las protagonistas del look que Beyoncé ha regalado recientemente a sus seguidores en su cuenta de Instagram. La cantante asistía a un evento luciendo un vestido verde que ha acompañado de unos llamativos pendientes de oro y esmeraldas de grandes dimensiones, haciendo gala de su habitual exuberancia y empoderamiento.
Con estilos muy distintos, ambas artistas tienen algo en común: las dos conocen bien cómo brillar con luz propia gracias a una mujer, Lorraine Schwartz, cuyas joyas se han convertido en auténticas piezas fetiche en el universo ‘celeb’.
Su nombre no es nuevo en la industria de la moda. Se trata de una de las joyeras favoritas de las estrellas y entre su cartera de clientes se encuentran personalidades tan importantes como Kim Kardashian. De hecho, Schwartz fue la creadora del anillo con un diamante de 20 quilates, valorado en cuatro millones de dólares, que le sustrajeron hace un año durante el atraco sufrido en París.
Sus joyas son las más vistas sobre la alfombra roja a lo largo y ancho del planeta. Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Halle Berry o Heidi Klum son solo algunas de las celebridades que se han engalanado con sus vistosas piezas para asistir a todo tipo de eventos. La originalidad, extravagancia y el colorido son solo algunos de los rasgos que caracterizan los diseños de esta creadora israelí afincada en Manhattan, que comenzó a hacerse un nombre a mediados de los 90 cuando recibió el encargo del anillo de compromiso que David Bowie regaló a Iman.
Pero sus sorprendentes piezas también han conquistado a las generaciones más jóvenes, haciendo de ellas un básico para sus looks de ‘street style’ lejos de las grandes citas. Es el caso de Gigi Hadid, que hace unos días sorprendió por las calles de Nueva York con un vestido amarillo que combinó con unos grandes pendientes de oro en forma de flor de la firma.
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