Después de triunfar con sus nuevas propuestas sobre la pasarela en la pasada edición de la Semana de la Moda de Nueva York, Victoria Beckham ha vuelto a reinventar los códigos de su vestimenta. El verano ha sido para ella una etapa de experimentación estilística en la que ha lucido todo tipo de tendencias en sus looks de ‘street style’. El pijama, los bloques de color o el look ‘oversize’ han ganado una amplia presencia en su armario estival. Pero recién estrenada la temporada de otoño, la diseñadora ha vuelto a recurrir a una de las fórmulas que mejor le funcionan, y de la que ya se sirvió en primavera: falda midi y camisa de corte masculino.
En esta ocasión, la esposa de David Beckham ha adoptado esta ecuación a las tonalidades de temporada, luciendo un inspirador conjunto para una salida por Londres. Una amplia falda de gasa en color burdeos y camisa semitransparente de efecto tornasolado en azul marino (todo de su firma) componían su elegante estilismo. Convertida en una de las mujeres más elegantes del mundo, Victoria ha dado una auténtica lección sobre cómo lucir prendas traslúcidas sin perder la sofisticación.
Se trataba de un estilismo lady de aire romántico, pero sin perder de vista el estilo urbano que suele caracterizar todas sus colecciones. Las siluetas alargadas y las prendas amplias con mucho movimiento siguen siendo los rasgos dominantes que definen su moda. Muy alejada de los patrones estrechos de los que abusó antaño, ahora Victoria es una mujer mucho más práctica que aboga por la comodidad en su día a día.
También sus accesorios llevaban su propio sello. Si bien hace unos meses no se separaba de su bolso modelo Half Moon, ahora parece haber encontrado una nueva pieza fetiche: el pequeño maletín Vanity, un accesorio de lujo a un precio de 1.660 euros. A sus pies destacaban sus inseparables zapatos abotinados con abertura frontal, que ha lucido en numerosas ocasiones, aunque esta vez en su versión más otoñal en ante burdeos.
Ella misma es la mejor embajadora de sus prendas y demuestra que sus combinaciones funcionan. Muestra de ello es su capacidad para convertir unos simples vaqueros y una camiseta blanca en los básicos imprescindibles para lucir perfecta en cualquier ocasión.