Borrando todas las redes sociales y desapareciendo del panorama actual durante meses, así sembró Taylor Swift la semilla del cambio. Con gran expectación, sus seguidores esperaban la llegada de un nuevo álbum, así como noticias frescas sobre la joven. Todos nos preguntábamos dónde se había metido la cantante. Su respuesta, que no tardó en llegar, fue contundente: I’m sorry but the old Taylor can’t come to the phone right now, Why? Oh because she’s dead ("Lo siento, pero la antigua Taylor no puede coger el teléfono ahora mismo, ¿por qué? Oh, porque está muerta). Así lo anuncia en su nuevo videoclip Look What You Made me Do.
Adiós a la niña buena, dulce y tranquila, porque la nueva versión de esta artista está en camino. Esta no es la primera vez que da un giro a su carrera, recordemos que comenzó dentro del mundo country con un estilo marcado por discretos y sencillos outfits coronados siempre por sus ya míticas botas altas tejanas y una larga melena rubia y rizada (lo que viene a ser toda una cowgirl) que, empujada por la industria, acabó dejando paso a una música más pop y comercial, acompañada de estilismos más atrevidos con crop top y shorts por doquier, pero guardando siempre la compostura.
Ahora las tornas vuelven a girar y el adelanto de esta nueva versión nos ofrece looks aún más arriesgados cargados de sensualidad que por supuesto prometen dar mucho de qué hablar. Pero esta reinvención pública que se está marcando Taylor Swift no es nada nuevo, ella no es la única artista que ha pasado por este proceso, porque otras ya lo hicieron antes y dicho sea de paso, con gran éxito.
Artistas que cambiaron su música y dieron un giro a su estilo
Lo de Miley Cyrus ha sido, sin duda, uno de los cambios más sonados de los últimos años. La descubrimos cuando todavía era una niña gracias a la exitosa serie Disney, Hannah Montana, con una imagen dulce y discreta que consiguió cautivar a millones de espectadores cada semana. Pero, tras poner punto y final a este icónico personaje, algo en ella cambió y no solo musicalmente, campo en el que abordó sonidos más maduros, sino también en su vestuario y beauty look.
Fue la primera de muchas celebrities en decir adiós a su larga melena para apostar por un corte pixie teñido de rubio platino, su ropa se acortó e incluso desapareció, los desnudos eran una constante, tanto en su Instagram como en sus apariciones públicas, y los diseños llamativos e imposibles acabaron echando por completo a la antigua Miley Cyrus.
Pero en 2017, alejada ya de la 'mala vida', esta joven, en su ascenso a la madurez, ha vuelto a dar un giro inesperado y ha retomado ritmos clásicos, así como vestuarios más discretos y sencillos que aportan a su armario y a su vida un toque más fresco y natural.
Todo lo contrario a Lady Gaga quien comenzó directamente con un estilo totalmente distinto al del resto de artistas que compartían mercado con ella. Una imagen extravagante cargada de diseños y tocados imposibles que la convertían siempre en noticia, fruto, al fin y al cabo, de una buena campaña de marketing. No había evento o alfombra roja en la que público, crítica y prensa no estuviese más pendiente del outfit que llevaría la intérprete de Bad Romance que del propio acto en sí, pero de todo se cansa uno y, para su último disco Joanne, esta cantante dio un giro radical a su armario, pasando de estar entre las peor vestidas a ser una de las invitadas más elegantes. Sí, todavía quedan algunos matices de aquella artista de looks radicales y difíciles de llevar, pero siempre desde una perspectiva más madura.
Kesha surgió como un producto musical más, una jovencita rubia, alta y delgada cuyo cabello, que en ocasiones pintaba de colores, marcaba la diferencia y le conectaba con el público más joven. Su música, con tintes comerciales, no tardó en colarse en los puestos más altos de las listas de ventas y sus estilismos eran seguidos por millones de jóvenes. Poco a poco, sus looks adquirieron un tono más elegante y sofisticado al dejar atrás los bodys cargados de transparencias y medias de rejilla para apostar por un estilo mucho más cuidado centrado en tonos más discretos y con los accesorios como protagonistas, pero, inexplicablemente, acabó desapareciendo del panorama musical y social.
Tiempo después resurgió cambiada por completo, con más peso y un estilo casual y algo desaliñado fruto de los problemas que sufría con el que era su productor. Tras superar la época más oscura de su vida, esta artista ha vuelto a la industria con baladas de calidad y música menos comercial que se centran en el empoderamiento de la mujer y ha retomado, también, sus estilismos imposibles cargados de color y adornos.