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Aunque la tradición dicta que las invitadas a una boda no vistan ni de blanco (para no restar protagonismo a la novia), ni de negro (color asociado al luto), con el paso de los años el protocolo se ha vuelto mucho más flexible en este aspecto; por eso, a pesar de que cada vez es más frecuente ver estos colores en las ceremonias nupciales, estas licencias de vestuario suelen estar ligadas al 'dress code' que marquen los novios.
Precisamente es lo que ocurría este fin de semana en la boda de Alaia Baldwin y Andrew Aronow, quienes acordaron que el cortejo de la novia vistiese de negro en su enlace. En este sentido, destacó especialmente Hailey Baldwin que, con un espectacular vestido satinado de corte sirena y escotazo delantero y trasero, ejerció como dama de honor en el día más importante en la vida de su hermana mayor.
La modelo completó su look con un choker de encaje y unos bonitos pendientes de diamantes, a juego con un pequeño tocado que colocó en un lateral de su moño ‘messy’. En lo que al maquillaje respecta, Hailey decidió no cargar su rostro y dejar todo el protagonismo a su mirada, que rasgó con un delineador negro.
Tampoco pasó desapercibido el vestido que lució su prima Ireland Baldwin. La hija de Alec Baldwin y Kim Basinger apostó por un vestido encaje y palabra de honor con semitransparencias, detalles florales y mismo corte que el vestido de Hailey.
Alaia es quizás el miembro más desconocido del clan Baldwin. Hija del actor Stephen Baldwin, también trabaja como modelo y utiliza las redes sociales para darse a conocer, aunque de momento cuenta con casi 32.000 seguidores, frente los más de diez millones de su popular hermana pequeña.
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