A pesar de la ‘guerra’ que numerosos diseñadores declararon contra la Primera Dama de Estados Unidos, antes incluso de que llegase a la Casa Blanca, el buen gusto de Melania Trump a la hora de vestir hizo que ayer volviese a convertirse en el centro de atención durante su última aparición pública, en el aeropuerto de Morristown, en Nueva Jersey. Tras el éxito que obtuvo el pasado mes de julio apostando por la casa española Delpozo, la exmodelo eslovena repite firma con un diseño muy acorde a su refinado estilo.
Con tirante ancho y escote cuadrado, cintura ajustada y falda midi con volumen y estampado geométrico, el vestido está inspirado en el universo del cineasta francés George Méliès y en las creaciones abstractas del arquitecto británico Anthony Caro.
Una pieza muy veraniega con la que Melania ha vuelto a acertar y que Josep Font, director creativo de la firma, adaptó tomando como referencia uno de los diseños de su primera colección resort al frente de la casa de moda española. La prenda, que ya no está disponible, alcanzaba un precio de 2.000 euros.
Mientras que el de Melania tiene una caída más amplia y un largo por debajo de la rodilla, el patrón que aún se puede ver en la web de la firma española corta por encima de la misma, creando un efecto plisado mucho más acusado. Por otra parte, el cuello a la caja y la forma acampanada del diseño de la serie resort 2017, hace que el diseño original pierda la silueta de la modelo, algo que no ocurre en el caso de la adaptación, que potencia la figura de Melania.
Para completar su look, la Primera Dama apostó por unos sencillos stilettos color nude. Todo un acierto, ya que esta tonalidad, además de estilizar, aporta un toque de sobriedad y elegancia a cualquier ‘outfit’.