Considerada como uno de los básicos en el armario de cualquier hombre (y mujer) la camiseta blanca y sus diferentes versiones nos han demostrado a lo largo de los años su gran versatilidad para vestirnos tanto en una cita de gala como en un evento informal, y es precisamente eso lo que la convierte en un imprescindible que debes tener por partida doble. Descubre cuál es el origen de estas prendas así como las razones de peso que te llevan a dejarlas un lugar especial en tus cajones.
La camiseta surgió como la evolución de los long johns (trajes enterizos de algodón que usaban los hombres como ropa interior en el siglo XIX) con una versión que dejaba atrás los botones para convertirse, por su comodidad, en un básico liso que ocultar bajo camisas y trajes. Poco a poco y con un tallaje más holgado, la camiseta blanca empezó a ser comercializada como una opción para hacer deporte y estar cómodo en el día a día. Pero sería el actor Marlon Brando, en 1951, con la película Un tranvía llamado deseo quien la encumbrara como la protagonista de los looks más masculinos y rebeldes.
Fue a partir de entonces cuando esta prenda adquirió un gran protagonismo en los outfits tanto de hombres como mujeres. Con vaqueros, chinos, jerseys, camisas abotonadas, deportivas e incluso zapatos de vestir, la camiseta blanca es capaz de adaptarse a diferentes estilos gracias a su sencillez y neutralidad que la convierten en la estrella de las combinaciones. Esta razón es la que hace que, temporada tras temporada, permanezca como uno de los básicos inalterables en las estanterías de las tiendas y en los looks de numerosas celebrities como Tyler Posey, y es que si hay una prenda que este artista adora esa es la camiseta. Acompañada de un bañador, de unas bermudas o superpuesta sobre otro modelo en negro, Posey ha hecho de este básico su prenda favorita, pero no es la única.
Una camisa blanca para triunfar
No solo de camisetas se compone el fondo de armario del intérprete de Teen Wolf, la camisa blanca, encargada de ofrecer el toque de elegancia y formalidad que toda persona necesita, también es uno de sus prendas más socorridas.
Este modelo encuentra su origen en la época egipcia en la que tanto hombres como mujeres vestían el kalasiris (prenda de lino con abertura para pasar la cabeza). Más tarde, el Imperio Romano le agregó mangas y pasó a denominarlo túnica manicata, desde entonces se ha ido modificando hasta convertirse en lo que es hoy, un símbolo de distinción por su blanco impoluto y la perfecta compañera del traje sastre, pero sus usos no se reducen a este. En diferentes tejidos, con distintos puños, cuellos y formas, nos permite combinarla, con gran éxito, con diversos estilos y muestra de ello son los outfits de este artista que son copiados por millones de jóvenes por todo el mundo.
Remangada y con un par de botones abiertos, el actor combina su camisa con pantalones y cinturón de vestir, pero, haciendo gala de su estilo rebelde y desenfadado, pone su sello personal calzando unas sneakers negras. Para un look todavía más relajado, se decanta por unos jeans, prenda que casa a la perfección con este básico y si lo que buscas es lucir arreglado pero informal no dudes en calzarte, como él, unos zapatos con tus vaqueros oscuros y tu camisa.
La comodidad que ofrecen ambas opciones, así como la gran variedad de modelos que existen en el mercado completan las razones fundamentales por las que tú tampoco querrás separarte de ellas.