A lo largo de los años ha quedado demostrado que Charlize Theron es una de las mujeres más atractivas del panorama cinematográfico internacional. Poseedora de un Óscar y admirada en todo el mundo, la actriz se encuentra envuelta en plena campaña promocional de su nueva película, Atómica, en la que interpreta a una explosiva y peligrosa espía en plena Guerra Fría. Haciendo honor a su personaje, la actriz ha convertido la gira en todo un desfile de rompedores looks, con los que ha visitado diversas ciudades de Europa y Estados Unidos.
De este modo, si bien hace pocos días deslumbró en Berlín con un radiante y escueto estilismo en blanco, para la presentación en Los Ángeles celebrada en la noche de ayer, la rubia se ha decantado por el negro como protagonista absoluto de su look. El outfit estaba compuesto por una blusa semitransparente, bajo la que se adivinaba un top de estilo bralette con forma triangular y minifalda de flecos. A sus pies, unos botines negros de punta remataban el conjunto.
De ideas claras, Charlize sigue la misma fórmula ganadora con patrones que se repiten: monocromo, tendencia lencera visible y con el sello inconfundible de su firma de cabecera, de la que además es imagen, Christian Dior. Sin duda, estilismos muy peculiares, no aptos para todos los públicos y que la sudafricana es capaz de defender como nadie gracias, en gran medida, a sus espectaculares proporciones y una privilegiada altura, nada menos que 1,77 metros.
Considerada una de las estrellas más elegantes sobre la alfombra roja, Charlize parece mantener un especial idilio con las transparencias en sus últimas apariciones públicas. Ya durante la última edición del Festival Cannes el pasado mes de mayo, optó por esta tendencia siempre al alza, mostrando su cara más glamurosa con un elegante vestido negro en tul con escote cruzado y manga francesa, también de la prestigiosa maison.
Pero su fascinación por este estilo no acaba aquí, pues pocas semanas antes sorprendió en el estreno de la octava parte de la saga The fast and the furious con un original look. Con él ya adelantaba sus nuevas preferencias estilísticas: un vestido semitransparente que dejaba vislumbrar su ropa interior, rematado con una rompedora falda de tiras.