Si el estilo de Tyler Posey es toda una biblia para ti, agárrate porque vienen curvas. El actor norteamericano conocido por interpretar a Scott McCall en al serie Teen Wolf, puede presumir de tener una de las estéticas más personales, urbanas y desenfadadas de toda la nueva hornada hollywoodiense salida de las factorías Neox, Disney y MTV. Sin duda, sus claves a la hora de vestir están más que claras porque beben directamente de la estética skater y sus característicos looks informales. Entre las principales prendas que componen su menú habitual se encuentran los jeans cómodos y flexibles, las bermudas y bañadores con print tropical para los días más calurosos, camisetas de algodón —camisas de manga corta, en su defecto—, sus snakers clásicas y las chaquetas con capucha, imprescindibles para los amantes del skateboarding. Sin embargo, Tyler Posey ha hecho de un accesorio otro punto fundamental de sus outfits: los calcetines altos.
No nos resultaría extraño que los luciese en su día a día cuando practica este deporte, teniendo en cuenta que los calcetines altos van de la mano del skate desde su nacimiento allá por la década de los 60’s, pero lo cierto es que al actor se los lleva absolutamente a todas partes. ¿Cita para un acto en la piscina? Camiseta de algodón, bañador y calcetines altos. En el backstage, en una entrega de premios, durante una rueda de prensa… ¡no importa! Tyler es fiel a sus calcetines old school a pesar de que su monopatín no lo acompañe para la ocasión. No dudamos de su comodidad, pero teniendo en cuenta el calor que puede llegar a hacer en California en septiembre, por ejemplo, quizás no sea la mejor elección.
Pues bien, no contento con ello, el actor de 25 años llega dispuesto a ir un paso más allá y hacer de ésta su nueva combinación fetiche.
¿Qué te parece? A cada oveja, la pareja de su contrario. Es evidente que Tyler no ha descubierto la pólvora, teniendo en cuenta que en los años 80’s Punky Brewster ya calzaba una deportiva de cada tonalidad, ¡pero lo cierto es que la combinación no tiene desperdicio! Original, llamativa y… ¿factible? ¿Harías de éste tu nuevo mantra estilístico?