Los Ángeles Dodgers organizaban su tercera gala Blue Diamond junto a lo más granado del deporte norteamericano y alguna que otra personalidad mediática dispuesta a pisar con garbo la alfombra azul del evento. Pero lo cierto es que daba igual que toda una procesión de jugadores de béisbol se lanzase de cabeza a la blue carpet, ni si quiera que el mismísimo Larry King estuviese allí presente, porque ¿quién acaparaba realmente todos los flashes? En efecto, era Ariel Winter llegando a la cita de la mano de Levi Meaden. La pareja de intérpretes posaba de lo más acaramelada para los medios, sin embargo, esto no era lo que interesaba a la prensa ni a las redes sociales. El centro de la polémica era el cambio de imagen de la actriz, su reacción ante las declaraciones de su madre, Chrisoula Workman —quien pedía públicamente que dejase de exhibirse y “vistiese de manera más apropiada”, según sus propias palabras—, así como el outfit que había escogido para la ocasión. ¿Y que nos encontramos?
Ariel Winter estrenaba por primera vez en un photocall —que no en las calles— su nuevo beauty look, en lo que parecía un tributo a su “tocaya” Disney: la sirenita. Hace unos días ya la veíamos pasear por California con un radical cambio de imagen, y es que mientras muchas otras celebrities cortan por lo sano, la estrella de Modern Family abogaba por todo lo contrario y se colocaba unas llamativas extensiones. Además, mudaba la cabellera negra a la que nos tenía acostumbrados últimamente, por un brillante tono pelirrojo. Para la ocasión, lo peinó con raya al medio y ondas prácticamente deshechas. Pero ahí no se quedaba la cosa. En cuanto a su vestimenta, Ariel volvía a escoger uno de esos looks híper-seductores que tanto le gustan. Se trataba de un minivestido strapless de silueta ceñida, fondo negro y apliques metalizados dorados, acompañado por unas sandalias minimalistas de tiras estrechas. Un look que a sus detractores y a los propios fans del clan Kardashian les recordó mucho al que Kylie Jenner llevaría un mes antes.
La verdad es que, comparando las imágenes, parecen el yin y el yang. Dos caras de una misma moneda que se complementan a la perfección, una en clave dark y la otra puramente soft. Para asistir a un evento promocional, la pequeña de las Kardashian escogía un vestido con tirantes espagueti y print a rayas, de Bec & Bridge, junto a unas sandalias azul cielo en clave minimal, de Stuart Weitzman. Vamos, podría ser la versión edulcorada de Ariel Winter. ¿Qué opináis vosotros? ¿Tienen razón sus seguidores y sus looks tienen un parecido más que razonable?