Descansará en su tierra. Los restos de David Delfín están ya en Marbella, ciudad en la que pasó su infancia y donde será incinerado en la tarde de hoy lunes. El coche fúnebre llegó al tanatorio del cementerio de San Bernabé en torno a las 20.45 horas del domingo, después de que se cerrara la capilla ardiente que se instaló en el Museo del Traje de Madrid. A lo largo del día numerosos amigos y compañeros de profesión habían dado su adiós al modisto, que fue todo un revolucionario y un referente en las pasarelas.
El alcalde de Marbella, José Bernal, arropó a la familia de David con unas palabras llenas de cariño y recordó que el diseñador, aunque nació en Ronda, se trasladó a Marbella cuando tenía apenas tres años. “Siempre tuvo una vinculación muy estrecha y especial con Marbella, lugar en el que fue muy querido por todos los que lo conocimos” dijo Bernal. Resaltó además que “ha sido una de las figuras más destacadas de la moda española, que ha dejado una gran impronta a lo largo de su trayectoria no solo profesional sino también personal”.
“Marbella va a recordar a David Delfín con el cariño y el agradecimiento que se merece por haber llevado bien alto el nombre de nuestra ciudad allí donde ha ido” añadió el político. Sus familiares más cercanos le darán un adiós íntimo a este gran nombre de la moda en un oficio religioso que está previsto a las 17.00 horas en la iglesia de la Encarnación, tras el cual será incinerado.
Conocidos rostros de diversos ámbitos culturales y de la moda arroparon a la familia en la capilla ardiente en el Museo del Traje el domingo. Se pudo ver allí a su pareja Pablo Sáez, muy afectado por la pérdida, que recibió abrazos y consuelo de quienes querían y recuerdan a David. “Vamos a suponer que digo verano, escribo la palabra "colibrí", la meto en un sobre y la llevo colina abajo hasta el buzón. Cuando abras la carta te acordarás de aquellos días y lo mucho, muchísimo que te quiero” escribió Pablo, junto a una imagen en la que se leía: “Mi vida te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...”.
Apenas han pasado cinco meses desde que el modisto, que perdió el sábado la lucha valiente contra el cáncer a los 46 años, dijera adiós a su gran amiga y musa Bimba Bosé, que también fue todo un ejemplo de fuerza en su lucha contra la enfermedad. Ahora los dos estarán juntos de nuevo, así se los imaginan quienes les amaban.