Mientras nosotros todavía estábamos inmersos en los ríos de tinta que corrieron tras el desfile de Victoria’s Secret en París —entre el embarazo de Irina Shayk, la baja de Candice Swanepoel y Behati Prinsloo o el debut de Bella Hadid coincidiendo con la actuación de su ex novio The Weeknd—, la firma ya estaba haciendo girar el globo terráqueo para fijar el nuevo emplazamiento de su próximo Fashion Show. ¡Abróchense los cinturones! De Nueva York a Londres, pasando por París y ahora… ¡China! Según ha confirmado WWD, los ‘ángeles’ más sexys del mundo podrían desplegar sus alas en el continente asiático el próximo mes de diciembre, concretamente en una de las ciudades más pobladas del mundo, Shanghái. ¿Una decisión arbitraria? En absoluto, una buena forma de potenciar su proceso de expansión, ampliar su presencia en Asia y estrechar lazos comerciales con un mercado poderoso.
Lo cierto es que todo apuntaba a que la gira asiática de los ángeles más famosos del mundo, capitaneados por una incombustible Alessandra Ambrosio, codo con codo con Josephine Skriver, Ming Xi o Sui He, suponía la “crónica de un desfile anunciado”. Las modelos desembarcaban en China con motivo de la apertura de nuevos establecimientos comerciales, donde se podrán adquirir diferentes productos de belleza, lencería y moda relacionados con la marca. Una de las citas que más captó la atención mediática fue la inauguración de la flagship store con más de dos mil metros cuadrados que la firma lencera ha abierto la calle Huaihai del distrito de Huangpu —vamos, la Quinta Avenida de Shanghái—, una gran apertura que continuaría con una segunda en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, al oeste del país; y una tercera que llegará a Beijing a finales de este año.
La presencia de Victoria’s Secret en el continente asiático no es algo nuevo, ya que la firma comenzaba a incurrir en su mercado tímidamente desde el año 2015, con la apertura de 26 pequeñas tiendas de accesorios y productos de belleza; incluidos otros seis establecimientos que tiene en Hong Kong. Con esta nueva incursión, L Brands International, propietarios de la firma lencera, esperan que las tiendas generen cerca de 140 millones de euros en ventas al año de la mano de un mercado cada vez más interesado en el mundo de la lencería —y no tan tradicional como concebimos muchas veces—. A largo plazo, la compañía prevé que China iguale o incluso supere a las ventas en Estados Unidos, ¡ahí es nada!
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