Hay historias que sobrecogen desde el primer momento que te las cuentan; como la de la americana Amy Purdy, medallista paralímpica que, desde que perdió sus piernas a los 19 años debido a una meningitis bacteriana, ha sabido construir una vida de éxitos y superación y se ha convertido en ejemplo para muchas personas. Ahora con 36, además de ser una de las mejores snowboarder adaptadas del mundo, se gana nuestros corazones como coach motivacional y posa orgullosa de sus prótesis como modelo de su primera línea de ropa deportiva para amantes del yoga.
Imagen de la campaña de la colección deportiva Element Eden For Amy Purdy.
La mujer que desafió todos los límites
Pero Amy no sólo perdió sus piernas a los 19 años. Debido a la meningitis, los médicos llegaron a diagnosticarle menos del dos por ciento de probabilidades de sobrevivir y, aunque finalmente logró salvarse; tuvieron que amputarle las dos piernas desde la rodilla y recibir un trasplante de riñón de su propio padre. Después de la traumática experiencia, Amy se retó a sí misma y decidió continuar con su vida alcanzando metas que ni siquiera personas con dos piernas han logrado conseguir.
Entre ellos, en 2014 ganó la medalla de Bronce en los juegos Paralímpicos Sochi -convirtiéndose en una de las mejores snowboarder del mundo-. “Estar cerca de la muerte te enseña que cada día es un nuevo día, que incluso en el peor de los casos, saldrás adelante, que todo tiene sentido. Es la más poderosa de las lecciones que me ha dado la vida”, cuenta Amy en una entrevista con motivo de la presentación de su libro de memorias En mis dos pies, que ya se ha convertido en best seller de New York Times.
Su Instagram es un claro ejemplo de su instinto de superación: practica yoga todos los días (y sentadillas, flexiones...); le encanta viajar (y sueña con ser fotógra de National Geographic), montar en bicicleta, jugar al beisbol, hacer de modelo para sesiones de moda y pasearse por las alfombras rojas subida a los tacones que tanto le gusta lucir. Incluso ha llegado a participar en un reality show americano, Dancing with the Stars, para demostrar sus dotes como bailarina. Sin duda, toda una inspiración y un ejemplo del que todos deberíamos tomar nota.