Las tendencias y el color de París brillan en su primera jornada de moda masculina

Inmediatamente posterior a la 'fashion week' de Milán, la moda masculina celebra esta semana su paso por la Ciudad de la Luz

Por hola.com

Si Milán siente devoción por los diseñadores italianos, París suele mostrarse mucho más ecléctica en los orígenes de sus diseñadores de cabecera, incluyendo en su calendario nombres europeos, japoneses o venidos de Estados Unidos, especialmente tras el 'escapismo' de firmas que tenía lugar el pasado año en la fashion week de Nueva York. Uno de ellos, el de la firma 22/4 Hommes, comandada por la alemana Stephanie Hahn, y que protagonizaba uno de los primeros pases del día en la jornada de ayer, primera en esta semana de moda parisina. Su propuesta para el próximo otoño-invierno 2015-2016: líneas depuradas que contrastan con suntuosas piezas de piel en color caramelo (la mayoría desmontables), y prendas niveladas en diferentes largos y estructuras, agregando al armario masculino maxichalecos, capas y abrigos oversize.

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La presentación de Haider Ackermann, que huye del desfile convencional para adherirse al stand-up, y que en esta ocasión contaba además con algo de presencia femenina, suele ser un lujo para los sentidos, y muy especialmente para la vista: el diseñador no escatima a la hora de convertir sus colecciones en pequeñas joyas textiles, arriesgando casi siempre con el uso del pantalón, que cobra identidad propia, ya sea con bajos remangados que juegan al despiste, cinturillas altas o tiros tipo harem, además de un extraordinario uso del color, con destellos que recuerdan a las gemas de una corona, en esta ocasión en vibrante naranja, rojo o verde, y la mezcla de tejidos y texturas jugosas, como los detalles velvet, el punto mezclado sobre cuero o la seda natural.

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Otro nombre que suele acumular aplausos sobre la catwalk de París es el del belga Walter van Beirendonck, que pertenece al grupo de diseñadores de moda flamencos 'Los Seis de Amberes', y suele inspirar sus colecciones en las artes plásticas, incitando en ocasiones a llevar a cabo una reflexión que va más allá de la moda. En esta ocasión, por ejemplo, el modisto anclaba sus referencias en un mensaje de tintes políticos, con chalecos de PVC adornados con mensajes (algunos ellos parecían estar dirigidos en parte a los trágicos hechos ocurridos recientemente en París), y otras transparencias igualmente obvias, que se superponen sobre ingeniosos juegos de volúmenes que engañan al ojo, y diseños tridimensionales que adquieren dimensiones esculturales, que se puede transportar sobre los hombros. Destacan especialmente los 'rostros' escondidos en las prendas, que transforman a quienes las miran en el sujeto a observar, y el uso de una gama de colores en tonos pastel.

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No hay desfile de Valentino que no se convierta en un éxito instantáneo, algo que se aplica también a sus colecciones masculinas: bajo las órdenes y dirección creativa de los diseñadores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, que tomaban las riendas de la firma tras la marcha de Valentino Garavani en enero de 2008, la nueva colección otoño-invierno 2015-2016 es un perfecto ejemplo de cómo incorporar arte y matemática en una misma pieza, que además resulte ponible, y que se adhiera a las tendencias de temporada casi sin esfuerzo. La colección surge de la colaboración de la firma con la artista australiana Esther Stewart, que se recrea en el uso de grandes bloques geométricos, muy precisos en el uso del color, bañando sus prendas en los tradicionales borgoña, azul marino, verde y gris de la casa, además del perseguido marsala. Destacan especialmente las prendas de outwear, con abrigos a varias alturas, cazadoras, capas, chaquetas estilo béisbol, trencas y parkas.

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