Roberto Torretta: "El secreto del éxito es trabajar mucho y poner mucho amor y pasión en todo lo que se hace"

El diseñador, que inaugurará los desfiles de esta edición de la pasarela madrileña, nos recibe en su taller

por Hola.com

No hay duda de que su nombre figura entre los más destacados del diseño español. Roberto Torretta está de enhorabuena no sólo porque sigue saboreando las mieles del éxito, sino porque festeja su 30º aniversario sobre las pasarelas. Con motivo de tal celebración, hemos acudido a su taller para conversar con él a pocos días de que inaugure con su nueva colección la 58ª edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en la que se darán a conocer las tendencias para primavera-verano 2014.

-¿30 años sobre las pasarelas?
Sí, realmente, son 30 años como empresa. Pues, aunque previamente ya habíamos participado en un desfile en el Círculo de Bellas Artes organizado por la revista ‘Dunia’, sobre la Pasarela Cibeles, actualmente conocida como Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, nos subimos en el año 1996.

-¿Cómo recuerdas ese primer desfile dentro de la Pasarela Cibeles?
Lo recuerdo estupendamente. Por aquel entonces, teníamos la firma Snif. No obstante, decidí contratar a un gabinete de prensa, Fernando Rius, para realizar una nueva estrategia que transformará la firma en un diseñador, en decir, que se pusiera al frente a una cara visible, y, tras ello, desembarcar en Cibeles. Fue todo muy rápido, pues recuerdo que me llamó Rius y, casi a poco más de un mes, me dijo “desfilamos en la próxima edición de Cibeles”. Fueron unos días de muchos nervios, pues yo hasta entonces hacía muestrarios y no pasarela. Pero, finalmente, lo recuerdo como una colección buenísima e, incluso, actualmente sigo viéndola muy bonita.

-Desde ese primer desfile a la actualidad, ¿qué se ha aprendido y qué miedos se han superado?
Yo siempre había sido anónimo y la ‘popularidad’ y hacerme visible fue lo que más me costó. Me daba pudor, miedo… fue una mezcla de sentimientos. Ahora, ya está superado.

-En pocas palabras, ¿cómo definirías esta trayectoria a lo largo de tres décadas?
Súper exitosa. Más no puedo pedir. Hace 30 años no podía pensar que llegaríamos dónde hemos llegado y, además, manteniéndonos a un buen nivel.
 

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-¿Cuál crees que es el secreto de ese éxito? El secreto del éxito es trabajar mucho y poner mucho amor y pasión en todo lo que se hace. Me encanta todo lo que hago. Me gusta más la parte creativa, menos la empresarial, aunque también la tengo que compartir. Actualmente, diseñamos de todo: etiquetas de vino, textil, hogar… Todo ello es muy enriquecedor.

-En todo este tiempo, ¿qué se ha mantenido como seña de identidad de ‘Roberto Torretta’?
Se ha mantenido un estilo de ropa y de mujer. Y esto supone una forma de transmitir tu espíritu y personalidad. Me gustan las cosas sencillas, bonitas, bien hechas, ‘artesanales’. Todo esto se ha mantenido en la marca ‘Torretta’.

-¿Cómo es ese estilo de mujer ‘Torretta’?
Silueta muy femenina, sofisticada y elegante. Estos son los objetivos que perseguimos y, además, acabados nada recargados, es decir, sencillos.

-Y ¿qué prenda puede ser la que identifique tu moda?
Hemos hecho muchas prendas y muy bonitas. Pero lo que más me gusta es un traje de chaqueta y pantalón, aunque, a veces, no lo hagamos por tendencia. En general, me quedaría con las prendas con mangas, como chaquetones, abrigos…

-¿Algún corte determinado?
Ahí es dónde me adapto más a las tendencias. Me doy el lujo de variar la silueta en este punto. Son matices que vamos adaptando. Por ejemplo, lo que nos queda de la próxima colección es ajustar los largos. Un detalle importantísimo. Porque ¡un centímetro en moda es determinante!

-¿Cómo nace en ti la pasión por la moda?
Fue en los años 80. A mí, previamente me gustaba mucho la moda: comprar ropa, vestirme bien… Pero mi mujer, Carmen Echevarría, decide abrir una tienda en la calle Almirante, llamada ‘Berlín’. A partir de ahí, hicimos de este local nuestro centro de operaciones y empezamos a desarrollar una colección. Una primera colección muy breve con un solo tejido muy de moda en los años 80, el ‘jogging’, aunque lo adaptamos a prendas no sólo deportivas. Después empezamos a hacer nuevas colecciones, incorporando nuevos tejidos… y hasta ahora.

-¿Se arriesgaba más en aquellos años?
Sí, se arriesgaba más porque tenía 30 años menos (risas). Además, no tenía una empresa, por lo que desaparecía la responsabilidad de la parte empresarial. Era muy bonito porque todo ocurría a base de impulsos. De hecho, era otra época. Madrid estaba en plena época de la ‘movida’ y, circunstancialmente, estábamos en la calle Almirante que fue, más o menos, centro de todo este movimiento.

-¿Se echa de menos esa ‘locura’ de no tener que tener que planificar todo tanto como cuando existe un ‘business plan’?
Sí, pero eso ya no existe. No puedo variar la situación. Ni puedo variar la empresa, ni quitarme 30 años. Fue bonito en su momento, pero ahora también es lo que estoy viviendo.

-Haciendo un poco memoria de todo este tiempo, ¿hay algún desfile que recuerdes de forma especial?
Sí, el último. Porque creo que siempre la mejor colección es la última. No obstante, ahora, hemos renovado nuestra web y hemos elaborado un apartado histórico que me ha hecho recordar momentos fantásticos. Aunque, repito, la última siempre es la mejor colección porque me parece la más perfecta y más actual.

-Y, aunque no sea por la moda mostrada, ¿algún desfile te he dejado ‘mal sabor de boca’?
Sí, claro. Pero es cuando no he sido fiel a mi estética y me ha dejado influenciar por estilistas o asesores que me inpulsaron a seguir alguna tendencia, la cual no coincidía con mi estilo. Hicimos un par de colecciones aproximadamente a principios de la década de los 2000, que no me gustaron. Ahí fue cuando decidí siempre ser fiel a mi estilo definitorio sin perderlo nunca.

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-También, sobre tu pasarela, hemos visto a las mejores modelos nacionales e internacionales. ¿De alguna de ellas tienes algún recuerdo especial?
Angela Lindvall. Era fantástica, una mujer estupenda y guapísima. Y españolas, muchísimas. Por ejemplo, Esther Cañadas, en su momento fantástico. Estaban todas, fue un momento muy divertido.

-¿Ha cambiado ese momento de ‘backstage’ en el que coincidieron esta generación de modelos?
Cambia todo. La Pasarela Cibeles también ha cambiado, incluso en el nombre. Es una evolución positiva. Antes era más familiar y, ahora, mucho más profesional.

-¿Qué le falta a Madrid para llegar a un nivel más equiparable a otras capitales del mundo de la moda?
Internacionalizar una pasarela es muy difícil. Ifema hace muchos esfuerzos, traemos prensa y compradores de otros países… Pero, realmente, para darle peso habría que hacer una estrategia más fuerte con muchos más recursos. Lo inmediato sería, por ejemplo, poder desfilar fuera de Ifema como entorno. Estoy súper agradecido a Ifema porque ha sido mi plataforma de lanzamiento y hacen esfuerzos económicos importantes, pero me gustaría desfilar fuera de los pabellones de Ifema. Por ejemplo, varios años fue en El Retiro y eso fue estupendo. También sería bueno como entorno la parte central del Ayuntamiento de Madrid. Quizá se pueda combinar desfilar fuera y también en Ifema, pues los pabellones son un entorno realmente cómodo para ello.

-De cara a tu colección de primavera-verano 2014, ¿será una colección homenaje a los 30 años que llevas en las pasarelas?
Será especial porque al ser el último será el más bonito, como he dicho antes. Es una colección muy visual y con mucho colorido. Además, hay una colaboración con Joaquín Berao. Ambos somos de la misma época, somos grandes amigos… y su estilo me viene estupendo para este momento. Hará complementos para la colección.
No obstante, no habrá un homenaje como tal, pues espero que celebrar 30 años más.

-¿Cómo ves estos próximos 30 años?
Los veo diferentes. No se si para mal o para bien, pero todo ha cambiado. Y más después de esta terrible crisis que ha sido como un tsunami que ha pasado por encima de todos. A mí me ha cambiado la mentalidad. Hemos sido más competitivos, más creativos y no sólo a la hora de diseñar, sino también en otros ámbitos como, por ejemplo, en puntos de venta, estrategias de comunicación… De hecho, mi hija, María Torretta, se ha incorporado a la empresa y es muy buena en todo el ámbito informático.

-Muchos cambios como también lo fue el momento en el que decidiste marchar de tu Argentina natal para asentarte en España. ¿Echas de menos ‘tu Buenos Aires’?
Sí echo de menos algunas cosas. Ser emigrante tiene su punto nostálgico que siempre perdura y más cuando mis primeros 25 años los pasé en esa ciudad. Y tengo recuerdos muy entrañables, pese a que soy español y tengo una familia española.

-Al llegar a Madrid, ¿qué fue lo que más te sorprendió?
Venía de Buenos Aires, que era una ciudad muy cosmopolita, moderna, con muchos movimientos... Y, por aquel entonces, Madrid me impresionó porque era una ciudad muy grande y muy gris. No pasaba nada. Te hablo de principios de los años 70.
En aquellos momentos, todo se apagaba por la noche, incluso tenían que abrirte la puerta del portal si llegabas pasada una hora determinada.
Pero, por otro lado, tuve la suerte de llegar en ese momento y que, posteriormente, se desarrollara y engancharme a esa ‘marea’ de movimientos. Y a mí me tocó ese cambio y lo aproveché.