Golondrinas, tesoros escondidos repletos de piedras preciosas, brújulas, barcos levando anclas, princesas de ensueño... El desfile del dúo de creadores Ailanto invadió ayer la Cibeles Madrid Fashion Week de referencias marinas, sacadas de lo más profundo de la literatura de Oscar Wilde. Su cuento, El príncipe feliz, inspira en los gemelos bilbaínos una colección estricta y evocadora, donde la estética del soldado marinero desfila de la mano de etéreos looks de princesa eslava.
Grandes abrigos en color gris en corte militar, que en ocasiones rozan los pies de las modelos de puro largos, dan paso a las clásicas rayas, en colores crema y negro, y marino y rojo, que invaden vestidos camiseros, faldas y tops, siempre combinados con relucientes botones dorados. Los minivestidos de cuello cuadrado y aspecto rígido, y las maxibermudas de pata de elefante y cintura alta, desembocan en etéreos vestidos-túnica de gasa desdibujada, con sensuales recogidos en los bajos, que se alargan hasta el tobillo. Las princesas de Ailanto sueñan con prints naturales, como hiedra verde, espigas de trigo, peces o perlas, que estallan en sofisticados blusones XXL, que pueden llevarse sueltos o ceñidos con un cinturón. El romanticismo está servido gracias a los tejidos, como la seda lavada en color amarillo hueso, o el algodón satinado estampado con motivos de la antigua Praga.