Original y colorista. Estas dos palabras definen el estilo de la primogénita de los reyes de Noruega. La princesa Marta Luisa, que ha demostrado siempre un gran interés por el mundo de la moda, hace gala de tener un gusto muy personal. Prueba de ello es que en todas sus apariciones públicas sorprende con los modelos que luce porque, además de poner color a su vestuario utilizando toda la gama de tonalidades, siempre elige alguna prenda o detalle que hace destacar su original atuendo.
Del verde pastel al marrón tierra, pasando por el turquesa y el fucsia. Todos los colores del arco iris, y sobre todo los tonos más fríos, tienen hueco en el guardarropa de Marta Luisa.
En las múltiples actividades que realiza se la puede ver tanto con pantalones como con faldas, pero una de las combinaciones que más le gusta es la falda por la rodilla con botas altas. También tiene gran predilección por las camisas y vestidos con cuello isabelino.
Una nota muy característica del estilo de la princesa es que tiene una manera muy particular de dar un significado especial a sus vestidos. En el traje que lució en la boda su hermano Haakon llevaba varios corazones de lentejuelas y la palabra ?love? bordada en la falda. Y para la celebración de su trigésimo cumpleaños escogió un originalísimo vestido en el que llevaba bordado, entre otras cosas, el número 30.
Ambos fueron creación de Wenche Lyche, la diseñadora favorita de la princesa y la persona en la que ha confiado para que le haga el vestido que lucirá el día de su boda con el escritor Ari Behn.
Además, la joven princesa es una gran amazona y experta en vela y esquí, y por ello no es extraño verla con la ropa que requieren estos deportes. Como tampoco es raro que aparezca en algún acto oficial con el traje regional de su país. Marta Luisa, la última princesa primogénita que no será reina de su país, es una gran conocedora de las danzas folclóricas de Noruega y está luchando por preservar las herencias culturales de su región.