El banquete de bodas que Claudia Schiffer y Matthew Vaughn ofrecieron a sus invitados será recordado como uno de los más opulentos del año, aunque también como uno de los más tradicionales. Dado que la ceremonia se celebró en Inglaterra, al parecer los novios quisieron dar un menú típicamente británico con algún toque de cocina internacional; el pastel nupcial, por ejemplo, fue hecho siguiendo paso a paso una receta de repostería alemana, una de las mejores de toda Europa. No hubo apenas sofisticación, pero sí ‘buen yantar’, y es que Claudia Schiffer parece muy metida en su papel de esposa discreta y hogareña.
Primero se sirvió un rico surtido de canapés variados (blinis de salmón ahumado y caviar, brochetas, fiambres...) para que todos los comensales fuesen ‘abriendo boca’.
El primer plato consistió en una terrina de foie gras con jalea de romero, en segundo lugar se sirvió un Suflé de queso y, finalmente, el plato más consistente fue un filete ‘Diane’ con patatas fritas, zanahorias y espárragos.
Antes de que los novios abriesen el baile, no podía faltar la tarta nupcial y, junto a ella, unos ricos postres que consistieron en un bufé compuesto por distintos dulces, como tarta de fresas, mousse de chocolate, tiramisú, pastel de manzana y pera, helados variados, peras cocidas en agua de rosas con arándanos y quesos, entre otros.
Y todo ello regado con botellas del mejor vino francés y con champán Dom Perignon de 1995.
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