Valentino presentó a algunos diseños muy elegantes, con el blanco y el negro como colores protagonistas.
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Ralph Lauren triunfó en su debut con unas creaciones muy sobrias y distinguidas.
Durante cinco días, del 13 al 17 de enero, la ciudad de Milán ha acogido la presentación de las primeras propuesta de moda masculina para la temporada de otoño-invierno 2002-2003. Una cita que precede a las pasarelas de hombre de París y Nueva York.
En esta semana, se han mostrado un amplio abanico de estilos: look años 60, clásico renovado, zíngaro, vaquero... Sin embargo, existen una serie de líneas y prendas que son las principales tendencias que se impondrán en el armario masculino a partir de septiembre de 2002.
¿Qué se ha visto en Milán?
Un hombre que viste de estilo sobrio y clásico. Sin embargo, este clasicismo busca renovarse con la incorporación de nuevos tejidos o colores, como se ha podido ver en las colecciones de Jil Sander y Fendi.
Chaquetas ajustadas, de amplias solapas y con tres botones, que se combinan con pantalones anchos.
La corbata se convierte en el complemento ideal, como proponen por ejemplo las firmas Giorgio Armani o Ralph Lauren, que ha debutado en esta pasarela milanesa. No obstante, se puede sustituir por pañuelos confeccionados en géneros suaves y ligeros, como la seda, y que se anudan al cuello.
Las ropas amplias invaden la pasarela, incluso se generaliza el uso de prendas acolchadas, como se ha visto en el desfile Gianfranco Ferre, por citar un ejemplo.
La lana, cuero, nylon y cachemir son los géneros de la temporada.
Las prendas se tiñen en color camel, negro, gris, blanco o rojo oscuro.
Look deportivo con el uso de cazadoras, gorras de béisbol y zapatillas de deporte.
Jerséis de estilo alpino en color blanco combinado con distintas tonalidades de gris y negro.
Abrigos tres cuartos con cuello de piel que dan un toque de glamour a la indumentaria masculina.
Se generaliza el uso de gorras y sombreros, de distintos estilos.