El diseñador italiano es calificado por los expertos como ‘Armani Maximus, el emperador de la moda’.
Martin Scorsese ha dado a Armani la oportunidad de debutar como productor cinematográfico.
Una vez más, Giorgio Armani ha vuelto a demostrar que el mundo de la moda se le queda pequeño. Y es que la carrera del diseñador italiano se caracteriza por trabajos realizados en campos a veces tan alejados de las pasarelas o el diseño, como la hostelería –tiene una cadena de restaurantes denominada Emporio Armani- e, incluso, el cine. De hecho, su último proyecto ha sido producir la película documental Il Mio Viaggio in Italia (Mi viaje por Italia) del director estadounidense Martín Scorsese.
Esta cinta se presentará al público americano en el 2001 New York Film Festival. Con anterioridad, fue la 54ª edición del Festival de Cine de Cannes el marco que acogió su proyección.
Sus trabajos cinematográficos
Aunque ésta es la primera vez que Giorgio Armani produce una película, el mundo del cine no es un ámbito desconocido para él, ya que ha trabajado como actor y diseñado el vestuario en diversas cintas. El primero de los roles lo desempeñó en dos ocasiones (Made in Milan y Catwalk) interpretándose a sí mismo. Por el contrario, la segunda faceta ha sido la que más ha explotado. Así, sus creaciones han vestido a los actores de Los Intocables de Eliot Ness o Tacones Lejanos, entre otras. Sin embargo, fue vestir a Richard Gere en American Gigolo la que le reportó más popularidad.
Imparable
‘Armani Maximus, el emperador de la moda’, como se le empieza a conocer, ha conseguido triunfar más allá del diseño. Mientras presenta sus colecciones –la última fue durante la Semana de la Moda de Milán primavera-verano 2002-, Giorgio ha demostrado ser experto marketing con la construcción de un teatro, que ha convertido en su nueva sede. Con esta nueva obra arquitectónica dispondrá de un marco muy personal donde organizar sus desfiles y desde el que controla todo su imperio.
Por otra parte, su éxito en los negocios no le impide mostrar su lado más comprometido y reivindicativo y apoyar públicamente, como sucedió hace una semana, a los activistas antiglobalización.