El diseñador está implicado en la construcción de un teatro en Milán que inaugurará en el mes de octubre.
La renta anual de Giorgio Armani es de 12.000 millones de pesetas al año (unos 60 millones de dólares), cifra que supera con mucho los 1.472 de Silvio Berlusconi, actual presidente del país y magnate de los medios de comunicación italianos. Quien no se crea que un diseñador pueda ser más rico que el mismísimo Berlusconi, no tiene más que consultar las declaraciones de la renta de ambos, en las que constan sus ganancias, lo que indica el gran poderío económico de uno de los diseñadores más conocidos en el mundo entero.
Según la prensa italiana, que ha publicado las listas esta semana, Berlusconi se sitúa en el puesto 25º, por encima de Gianni Angelli, presidente honorífico del grupo Fiat, que con 1.030 millones de pesetas ocupa el lugar 45º a la hora de pagar impuestos.
Sobre la pasarela, Giorgio Armani ha conseguido satisfacer a la crítica con sus diseños sobrios y elegantes pero, ahora, el hombre que comenzara su carrera como escaparatista en una cadena de grandes almacenes en Milán se lanza a la conquista de nuevos mercados. Si el pasado mes de abril, el creador italiano se embarcó la presentación de su primera línea de maquillaje, ahora, Armani se ha puesto manos a la obra con otros nuevos proyectos: la creación de un teatro, la consolidación de su colección de objetos para casa, y la construcción de hoteles y albergues.
Con ayuda del arquitecto Tadao Ando, Giorgio Armani construirá un teatro, que se edificará en las instalaciones de su firma, en una antigua fabrica de Milán. La inauguración de este centro será el próximo mes de octubre, aprovechando la presentación de los desfiles de la temporada de otoño-invierno 2002.