Perros amantes del hogar
Sumar a un perro a tu vida cuando en tu casa eres el único humano es una ventaja sin parangón, los perros te hacen más sociable, llenan los momentos de soledad, logran que des rienda suelta a tu cariño y son reflejo mismo de ese amor, al corresponderte por igual y ponderando en demasía este cariño. Está comprobado que, ante la soledad, los perros ayudan a disminuir el estrés, aumentan la serotonina, te hacen más responsable, más mentalmente equilibrados (porque te hacen hablar y razonar más), y por último… son calentitos para dormir en tu cama.
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Caniche
Se estima que los caniches son de las razas de perro más inteligentes, lo que es una gran ventaja para tenerlos como compañeros de piso, porque cuando más inteligencia demuestran mayor autocontrol y saber estar pueden llegar a desarrollar y eso, en una casa “monoparental” es un gran avance. Por definición, los perros que viven con una sola persona socializan poco con la gente en general, pasan mucho tiempo solos y no ven satisfechos sus juegos hasta momentos concretos del día. Esto para los caniches no es un problema importante, aunque agradecerán todo el cariño que les des y los extensos paseos que recorráis.
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Bichón Maltés
La increíble capacidad de mostrarse apacible de los bichones malteses no tiene competencia, son perros extremadamente dóciles y afables con los humanos. Aunque a veces sacan cierto carácter con otras mascotas: pero no son más que sus ganas de jugar y llamar la atención para hacer amigos. Los bichones han sido durante casi un siglo los perros favoritos de la nobleza y de las 'celebs', Barbra Streinsant clonó a sus bichones porque declaró que su forma de ser era irrepetible, sin embargo no eran solo los suyos: cualquier bichón es un compañero de piso respetuoso, adorable, cariñoso y muy juguetón.
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Chihuahua
No es muy complicado pronosticar que la raza de perro considerada como la más pequeña del mundo es, a todos los efectos, una de las más valoradas por las personas que viven solas. Pero no solo se trata de una cuestión de tamaño, los chihuahuas son canes con un temperamento muy adecuado para la vida en un hogar de una sola persona: son muy cariñosos, dormilones y tranquilos. Popularmente se les cuelga el sambenito de que son nerviosos y que necesitan mucha actividad, pero eso no suele ser cierto (aunque cada chihuahua es distinto), tanto es así que por tanta holgazanería pueden ser propensos a engordar.
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Pekinés
Este tipo de perro es ideal para mantener una vida solitaria y al margen de la humanidad, para aislarte en una vida monoparental, donde él es tu único consentido y donde ambos os animais a dar paseos y abriros al mundo, con un moderado entusiasmo por el ejercicio y el bullicio. Los pekineses tienen muy buen carácter con su dueño, y son muy cariñosos, pero en la intimidad: con los desconocidos son fieros defensores de su territorio y manda, desconfían de todo y de todos. Son perros sedentarios, fáciles de maniobrar porque no insistirán demasiado en dar largos paseos ni en jugar hasta tarde. Son perros de mantita, sofá y Netflix.
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Schnauzer
Aunque se trata de un perro muy robusto, lo cierto es que los schnauzer pueden quedarse solos en casa largas horas y no presentan ningún problema. Esta es una cuestión de paciencia y temperamento. Estos perros no sienten la necesidad de desfogar energía o de sentirse entretenidos a todas horas, son tranquilos y apacibles, y les basta con tener a mano algún juguete. Son perfectos para personas que viven solas porque son disciplinados, aunque algo gruñones, cuando algo se les pasa por la cabeza es complicado convencerles de lo contrario. Su nombre es alemán, como su procedencia, y significa bigote en hocico, por el pelaje que cuelga de su mandíbula.
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Pug
No hay perro pequeño cuando se trata de defender la casa con un ladrido comprometido, al fin y al cabo cuando vives solo con un perro ambos debéis mirar por el territorio que os ha tocado ocupar. Los pug, también llamados carlinos, son perros muy cariñosos pero valientes, con un sentido del deber y de la protección muy arraigado. No hay perro fiero si no es desconfiado, sin embargo le apasiona jugar con su dueño, son dóciles e incluso un poco “payasos”. Los carlinos son una raza bastante inteligente, que comprende bien las indicaciones, cuida la casa y no tiende a meterse en demasiados líos en tu ausencia.
Bulldog inglés
Nadie diría que un perro que proviene de ancestros utilizados en peleas contra los toros, pudiera ser un perfecto compañero de piso de personas que viven solas, pero así es. Los bulldog ingleses son tranquilos, muy cariñosos y ampliamente sociables, pese a la carita de pocos amigos que parecen tener. Son pacientes, cariñosos y obedientes, siempre y cuando estén bien socializados y adiestrados. Has de tener en cuenta que se trata de una raza con una especial propensión a los problemas óseos, derivados también de la obesidad.
Corgi galés
Aunque sólo sea por la carita de buen humor que tiene este perro, tenemos toda la confianza en él y en que será un perfecto compañero de piso. Los corgis galeses son canes que empezaron su estirpe como pastores en el Reino Unido, no en vano son una de las razas predilectas de la Reina Isabel II, y es que son tan activos como cariñosos, alegres, sociables y divertidos.
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Teckel
Vivir con un teckel puede convertirse en una parodia de “la extraña pareja”, te verás más de una vez pidiéndole explicaciones y refunfuñando cuando el perro trate de salirse con la suya, una vez más. Si algo caracteriza a los teckel es que son muy obstinados, es decir: de ideas fijas. Esa es la sal de una relación, porque si todo es concordia no hay diversión. Sin embargo, los teckel también son perros muy sociables, amistosos, equilibrados y divertidos, pero sólo en la intimidad y con su dueño: perfecto.