¿Vas a adoptar una tortuga? Te contamos todo lo que tienes que saber

Las tortugas son animales que también podemos tener en casa. De hecho, pueden ser la 'primera' mascota de los peques de la casa. Pero hay que saber que son animales delicados y que antes de tomar la decisión de adoptar una, debemos conocer todo lo posible de estos reptiles con caparazón tan especiales. 

Como nos explica la veterinaria Ana Ramírez, de Kiwoko, a la hora de hablar de tortugas, debemos diferenciar entre las terrestres y las acuáticas y, dentro de estas últimas, entre las marinas y las de agua dulce. En total, existen más de 300 especies.

Algunas están en peligro de extinción. "De las siete especies de tortugas marinas que existen, seis están en peligro de extinción, pero este problema afecta también a decenas de especies de tortugas de agua dulce y terrestres", lamenta Ramírez. 

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¿Se puede adoptar una tortuga?

"Sí, sí que se puede", afirma la experta. Aunque lo más habitual es que aquellos que buscan un hogar sean gatos y perros, también hay en ocasiones tortugas o conejos, entre otros, nos cuenta esta experta que, además, nos explica que Kiwoko tiene un plan de adopción de diferentes especies, no solo las más comunes en nuestras casas. "Trabajamos para que todos ellos, sea cual sea la especie, encuentren una familia en la que ser felices".

Consultada por qué tipo de tortugas son las que mejor se pueden adaptar a un hogar, detalla que son las Graptemys sp o Pseudemys sp, que son tortugas acuáticas de agua dulce. Por lo tanto, estas son las especies que más habitualmente se encuentran en adopción.

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¿Cómo debemos tenerlas en casa?

Las tortugas que solemos tener en nuestros hogares son animales de sangre fría. Nuestro objetivo para garantizar su bienestar es crear para ellas un hábitat que sea lo más parecido posible a su zona de origen que, en el caso de las Graptemys sp o Pseudemys sp, es el sureste de Estados Unidos y noreste de México.

"Lo primero que debemos hacer antes de integrar a una tortuga en nuestra familia es conocer bien cuáles son sus necesidades y asegurarnos de que vamos a poder satisfacerlas", comienza Ana Ramírez.

A partir de ahí, es esencial contar con un buen acuaterrario, que deberá ser más grande o más pequeño en función de la edad y, por supuesto, del número de ejemplares que tengamos. Este terrario deberá tener una parte de superficie seca, a la que acceder mediante una rampa y donde regulará su temperatura; y otra parte de agua, con la profundidad suficiente como que pueda nadar cómodamente.

"Existen, además, terrarios en los que se puede regular exactamente la temperatura, para mantenerla lo más acorde posible al hábitat de origen de cada especie; garantizar la limpieza del agua mediante filtros y determinar la luz que recibe, en caso de no tener luz solar", señala. 

Las demás necesidades de cuidado de las mascotas de caparazón pasan por asegurarse de que su salud y bienestar están en el centro de nuestras decisiones. En este sentido, "es esencial proporcionar una alimentación adecuada, mantener la higiene del acuaterrario y acudir al veterinario periódicamente", recuerda. 

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¿Qué tipo de alimentación necesitan?

Las tortugas acuáticas son animales omnívoros, por lo que necesitan una alimentación que responda a esta realidad y que, además, se adecúe a la edad de cada ejemplar. En términos generales, para garantizar que estamos ofreciendo la mejor alimentación a nuestra mascota, deberemos ofrecerles tres tipos de alimentos: completos, gambitas y excepcionales.

Alimentos completos. Son las fórmulas que contienen todos los nutrientes necesarios para ellas.

Gambitas. Deben emplearse como complemento y ofrecerlas de manera esporádica, ya que podríamos asemejarlas a las ‘golosinas’.

Alimentos excepcionales. Serán aquellos que ofrezcamos para enriquecer la dieta, como mejillones congelados, manzana o rúcula.

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¿Cuáles son los problemas de salud más frecuentes?

Los problemas de salud más frecuentes en las tortugas de agua dulce y terrestres están relacionadas con la falta de vitamina A, derivada de una alimentación deficitaria, problemas gastrointestinales, enfermedades respiratorias, infecciones, lesiones y enfermedades del caparazón y aparición de parásitos.

"Es muy importante estar atentos a posibles cambios de comportamiento de nuestra mascota con caparazón. Ante cualquier duda, la recomendación es siempre acudir a tu veterinario de confianza, para que pueda evaluar qué está ocurriendo y cuál es el tratamiento adecuado en cada caso", concluye Ana Ramírez, veterinaria de Kiwoko. 

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