Llevar a tu perro al trabajo puede hacer que mejoren tus niveles de estrés, pues según un estudio de la Universidad de Virginia, la relación directa con tu perro, pudiendo verle y acariciar en todo momento, es una práctica que te hace relativizar el cúmulo de situaciones diarias que podrían producirte ansiedad y desasosiego durante el día. Además, según ese mismo estudio, tu mascota hace que produzcas más, porque te sientes más feliz a su lado, y esto incide en tu alegría y positividad frente a los retos.