Hay razas de perro que por su aspecto físico pero, sobre todo, por su personalidad parecen cachorros durante toda su vida. Llegada la etapa adulta siguen conservando la inocencia, las ganas de jugar y la energía de los más pequeños. Sin duda, se trata de aspecto de su carácter muy atractivo y enternecedor. Pero no todo el mundo 'se hace' con un eterno cachorro.
Por eso, a la hora de elegir una mascota, ten en cuenta características como su tamaño, si vas a dejarles mucho tiempo solos, si son aptos para vivir con niños o si quieres un cachorro para siempre. Lo mejor es que te dejes asesorar por el veterinario o por un especialista en etología canina.
Y recuerda, no tienes por qué inclinarte por una raza específica si quieres un amigo peludo con una determinada personalidad. Un mestizo puede satisfacer todas tus expectativas y, además, si es adoptado, darás una oportunidad a dos animales: al que te llevas y al que ocupará su lugar a la espera de ser adoptado.