Comer todo lo que le des
La voracidad es una seña de identidad de los perros. Cuando les sirves la comida, aunque la conozcan de sobra, siempre acudirán a ella contentos y deseosos de darse un festín, como si fuera un manjar desconocido. Disfrutan de aquello que les das y lo hacen siempre con la mejor de las actitudes. Cuando cocinas, te vigilan de cerca, quieren estar al tanto de cualquier trozo de carne o verdura que se te pudiera caer al suelo, porque eso aúna tres de sus placeres favoritos: acompañarte, la caza y comer.
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