La personalidad de los perros siempre es positiva, y por cómo afrontan la vida podríamos llegar a pensar que son invencibles. Porque nunca se quejan de sus dolencias, siempre parecen felices y aprovechan cualquier momento para comer y dormir henchidos de gozo. Además, cuando están tranquilos podemos observarles cómo caminan y miran el mundo en calma, como si fueran conocedores de todo lo bueno que viven y de todo lo malo que olvidan.