Cuando las temperaturas bajan y salimos a la calle para pasear a nuestro perro se nos plantea una duda: si yo tengo frío ¿el perro no tendrá aún más que yo? Es entonces cuando consideramos abrigarlo con una prenda de vestir canina. Esta práctica se ha popularizado en las ciudades, y hoy en día no es difícil ver un buen número de perros abrigados en los días de invierno.