Creer que los perros nos miran como si quisieran hablarnos es un sentimiento común a la mayoría de las personas que conviven con uno de estos animales. Además, sabemos que perciben nuestras emociones y que actúan reaccionando a ellas, dándonos consuelo si nos sentimos tristes o alegrándose cuando nos ven felices. Por eso no es extraño que les hablemos como si pudieran entendernos, o como si estuviéramos contestando a algo que, aunque no han dicho, parecía que querían decir.