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Los perros guía suponen un apoyo fundamental para las personas ciegas o con alguna discapacidad que requieren de su ayuda o acompañamiento. Es habitual ver por las calles de nuestros pueblos y ciudades a transeúntes acompañados de estos canes tranquilos y serviciales. No podemos olvidar que estos perros están ejerciendo una vital labor para quienes van con ellos.
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“Los perros guías son animales que están perfectamente entrenados para asistir a quienes más lo necesitan, son una extensión de la persona guiada, por esto no debemos interrumpirles; así, les pondremos más fácil su labor y promoveremos el bienestar tanto del animal como de la persona”, nos comenta Caroline Arrú, Co-sponsor del Comité de ESG y Chief Marketing and Customer Officer de Tiendanimal.
Una de las razas más útiles para este trabajo son los Golden Retriever, porque han demostrado un equilibrio férreo en su carácter, muy favorable de cara a mantenerse junto a su dueño, obedecer, preocuparse por su empatía y ayudarle a relacionarse con el medio, sea desde un punto de vista social o como guía para invidentes.
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Recomendaciones que hay que tener en cuenta ante una persona con perro guía
Por ello, hay que tener una serie de consideraciones en cuenta, siendo fundamental, por ejemplo, no interactuar de la misma forma que se haría con un perro que no sea guía, que no tenga dicha función. Teniendo en cuenta este punto de partida, los expertos de Tiendanimal de la mano de usuarios de la Fundación Perro Guía de la Fundación ONCE, nos resumen una serie de recomendaciones básicas para no obstaculizar el trabajo de estos animales.
- La primera recomendación, tal vez la más obvia, es no distraer a los perros. ¿El motivo? Esto puede generar una distracción en el animal y provocar un incidente o tropiezo. Si tienes la tentación de acariciarle, pide siempre permiso con antelación.
- Otra recomendación fundamental es no darles comida del tipo que sea. A los animales les puede sentar mal a nivel digestivo, además de que son animales que generalmente siguen una dieta especial y vigilada.
- También es importante que, en cada paseo, siempre que haya cerca un perro guía, tratar de el resto de los animales estén atados. La idea es evitar problemas, pues el animal suelto puede ir directamente hacia el perro que está guiando y provocar alguna irregularidad en el paseo que ponga en riesgo tanto al animal como a la persona a la que está prestando el acompañamiento.
- En ocasiones, como transeúntes, podemos tener la intención de dar algún consejo o comentar algo a la persona que está siendo guiada. En ese caso, la recomendación es acercarse siempre por el lado derecho, que es por donde no se encuentra el perro guía. Hay que usar una comunicación clara y alta a través de la voz, y nunca agarrando ni de la correa ni del arnés del perro, pues es el instrumento de comunicación de la persona asistida con el animal.
- Finalmente, los expertos de Tiendanimal y usuarios de la Fundación Perro Guía comentan que al contrario de lo que se piensa, estos perros también tienen en su agenda momentos de esparcimiento y de ocio, para ello, por ejemplo, van a diario al parque y están con sus amigos perrunos, aparte de recibir bastantes mimos y cuidados por parte de sus cuidadores.
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