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Cuando hablamos de la conocida como tos de las perreras, Eva Gallo, Practice Manager de AniCura Terán Clínica Veterinaria, nos aclara que nos referimos a una enfermedad infectocontagiosa que afecta a los perros y que está causada por una variedad de agentes infecciosos entre los que destacan una bacteria llamada Bordetella bronchiseptica y el virus de la Parainfluenza. “Es la causa infecciosa de tos más común en perros”, nos detalla la experta, con quien hemos hablado sobre este problema de salud de nuestras mascotas.
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¿Cómo se contagia?
La veterinaria nos detalla que la infección se transmite por contacto con secreciones oro-nasales de animales infectados, bien sea de forma directa (de otros perros) o indirecta (a través de comederos, juguetes…).
Perros más propensos a padecerla
Una de las dudas que nos puede surgir es si hay perros a los que puede llegar a afectar en mayor medida que a otros. “En general es una enfermedad autolimitante, pero en animales muy jóvenes (cachorros) o inmunodeprimidos pueden aparecer complicaciones importantes, así como en animales con enfermedades respiratorias crónicas (colapso traqueal, bronquitis crónica…) o enfermedades cardíacas”, nos aclara la especialista de AniCura.
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¿Cuáles son sus síntomas?
Una de las claves es saber detectar el problema, y para ello es fundamental conocer sus síntomas, saber cómo se manifiesta la llamada tos de las perreras. “El signo clínico característico es tos seca de inicio repentino, muy estridente, como si el perro quisiera expulsar algo hacia afuera. Esto es debido a la laringitis y la inflamación de las cuerdas vocales, que junto con la inflamación traqueobronquial es el estímulo que desencadena la tos”, nos explica Eva Gallo, que añade que si además hay rinitis, puede acompañarse de secreciones nasales serosas o mucopurulentas y en algunos casos también puede haber conjuntivitis.
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¿Cómo debe tratarse?
En opinión de la experta, si no hay complicaciones se puede controlar solo con antiinflamatorios, los cuales favorecen que el animal esté más cómodo. “En casos más graves y, sobre todo, si hay evidencia de bronconeumonía bacteriana se deberán añadir antibióticos. El facultativo que valore al animal decidirá el uso de unos u otros o de ambos en casos determinados”, aclara la experta. Y surge, claro está, la duda de cuánto tiempo tardará nuestra mascota en recuperarse. Una vez más, todo depende de nuestra mascota y del grado de gravedad. “Según el animal, la recuperación va desde los pocos días hasta, en casos más severos, las 2 semanas aproximadamente. Durante este tiempo, aunque la tos siga presente, no debería dejar de comer ni perder las ganas de jugar”, nos dice.
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¿Es un problema que se puede prevenir?
Para evitar que llegue a aparecer el problema, o que se agrave, es importante la prevención, y las vacunas se convierten en buenas aliadas. “Existen vacunas efectivas que se deberían incluir dentro del protocolo de vacunación, especialmente para aquellos perros que tienen mayor riesgo de contagio, que son todos aquellos que visitan lugares con alta concentración de animales, como residencias caninas, pruebas deportivas, etc. En tu centro veterinario habitual te podrán informar de ellas”, concluye Eva Gallo.