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El calor, no hay duda, también afecta a nuestras mascotas. Ellas también sufren los efectos de las altas temperaturas que, en ocasiones, aumentan las probabilidades de desarrollar problemas de salud, como pueden ser golpes de calor, deshidratación, intoxicaciones o gastroenteritis. Toca estar alerta para tratar de prevenir posibles complicaciones.
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“Con la llegada del buen tiempo, cuando no estamos en plena ola de calor, aprovechamos para disfrutar del tiempo en exteriores, donde nuestras mascotas son más propensas a patologías relacionadas con contacto con elementos externos y con las altas temperaturas”, indican las veterinarias Mariam Bouzid y Paz Belinchón, colaboradoras de Santévet, compañía especialista en de seguros de salud para mascotas. “Cuando la persona con mascota tiene más tiempo libre, se fija más en cambios en su animal y hay más posibilidad de que pueda detectar lesiones o enfermedades que han podido surgir antes de este periodo”, añaden. Y detallan los que son los motivos de consulta más habituales en estas fechas.
- Uno de los problemas más habituales en esta época son los golpes de calor. Tal y como detallan las veterinarias, es un problema que puede ocurrir al aire libre tras practicar ejercicio intenso, pero también si dejamos a nuestra mascota en el vehículo sin ventilación suficiente.
- Otro problema habitual en verano son las intoxicaciones y gastroenteritis, que aparecen como consecuencia de ingerir alimentos en mal estado u otros objetos, como espigas en el campo, arena o anzuelos en la playa, así como por falta de ingesta de agua.
- En tercer lugar, no podemos olvidar mencionar los traumatismos y heridas, que son también motivos de consulta frecuente al tener más espacio para correr e interactuar con otros animales. Además, al pasar más tiempo al aire aumenta la probabilidad de presentar reacciones alérgicas.
- También son riesgos comunes en verano para perros y gatos las infestaciones de parásitos, la dermatitis por picadura de pulga o la ehrlichiosis, una enfermedad transmitida por la garrapata.
- Y el uso excesivo de aire acondicionado también puede tener consecuencias en nuestras mascotas, que pueden resfriarse o ver cómo empeoran sus problemas respiratorios.
- Hay que tener también cuidado con las quemaduras, tanto de piel como de almohadillas, o incluso ansiedad ante la ausencia del cuidador debido a las vacaciones o por cambios de domicilio habitual.
- Y en el caso concreto de los gatos, conviene prestar atención a la formación de bolas de pelo y extremar la precaución con las ventanas abiertas, ya que si persiguen un pájaro o insecto cerca de ellas puede suponer un riesgo para su salud.
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Consejos útiles para prevenir las enfermedades más comunes en verano
Las veterinarias resumen, además, algunos consejos útiles para que nuestras mascotas estén bien cuidadas:
- Al igual que se recomienda a las personas, trata de evitar paseos durante las horas de más calor, cuando las temperaturas se disparan, y ten a mano siempre agua fresca para tu amigo peludo.
- Una parte muy sensible son las almohadillas, por lo que conviene protegerlas comprobando que el suelo no esté excesivamente caliente. Además, aplica protección solar en zonas expuestas y sin pelo.
- Es importante vigilar a nuestra mascota para evitar que ingiera arena, colillas, anzuelos…
- Asegúrate que no tenga acceso a la piscina o, si lo puede tener, que sea capaz de salir solo.
- En el caso concreto de los gatos, presta atención cuando esté cerca de ventanas.
- Intenta no modificar su rutina de comida.
- Utiliza un antiparasitario adecuado, y revisa siempre sus patas, orejas y cuerpo después de cada paseo para detectar a inquilinos no deseados.
- En el caso de que tu mascota esté en espacios con poca ventilación, recuerda siempre abrir puertas o ventanas, pero, eso sí, ten cuidado con las corrientes de aire.