La leishmaniosis es una de las enfermedades que más nos preocupan a los que tenemos un perro en casa. Y es que se trata de una enfermedad que puede poner en peligro la vida de nuestra mascota. Por eso, es importante que estemos atentas a algunos síntomas de infección por el mosquito (Pheblotomus Perniciosus) que causa esta enfermedad.
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Los 10 síntomas que podrían indicar que tu perro tiene leishmaniosis
"Las manifestaciones clínicas de la leishmaniosis en mascotas aparecen de forma lenta y progresiva, por lo que la enfermedad puede pasar desapercibida en sus fases iniciales. Entre los síntomas más comúnmente identificados por los cuidadores se encuentran la pérdida de apetito, los problemas dermatológicos, las cojeras e incluso diarrea”, comenta Carmen Pérez Ruiz, veterinaria de AniCura. En este sentido, también hay que estar atentos a factores que favorecen a que un perro infectado se enferme, como puede ser la edad, en el caso de perros muy jóvenes o perros mayores, la raza o el sexo.
- Pérdida de apetito. Si notas que tu perro ha perdido el interés en la comida y muestra una disminución en su apetito normal, podría ser un signo de leishmaniosis.
- Problemas dermatológicos. La leishmaniosis puede causar diversos problemas en la piel de tu perro, como descamación, lesiones, úlceras, costras o alopecia (pérdida de pelo).
- Cojeras. Los perros infectados con leishmaniosis pueden presentar cojeras debido a la inflamación de las articulaciones o afecciones musculares.
- Diarrea. La diarrea persistente es otro síntoma que puede indicar la presencia de leishmaniosis en tu perro. Si observas heces líquidas o frecuentes evacuaciones intestinales, es recomendable consultar a un veterinario.
- Lesiones oculares. La leishmaniosis puede afectar los ojos de los perros, provocando conjuntivitis, inflamación ocular, enrojecimiento, secreción o la formación de nódulos alrededor de los ojos y la nariz.
- Adelgazamiento y debilidad. La enfermedad puede causar una pérdida de peso notable en tu perro, junto con debilidad general y falta de energía.
- Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. La leishmaniosis puede llevar a la inflamación y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, especialmente en la zona del cuello.
- Problemas renales. En casos más avanzados, la leishmaniosis puede afectar los riñones de los perros, lo que puede manifestarse con aumento de la sed, aumento de la producción de orina, disminución del apetito y debilidad.
- Hemorragias y problemas de coagulación. Algunos perros con leishmaniosis pueden presentar hemorragias inexplicables, como sangrado nasal o sangrado gastrointestinal. También pueden experimentar problemas de coagulación sanguínea.
- Cambios en el comportamiento. La enfermedad puede afectar el estado de ánimo y el comportamiento de tu perro. Pueden mostrarse más apáticos, deprimidos o irritables.
Si observas alguno de estos síntomas en tu perro, es importante que consultes a un veterinario para obtener un diagnóstico preciso. La detección temprana y el tratamiento oportuno de la leishmaniosis pueden marcar la diferencia en la salud y bienestar de tu mascota.
Y es que, como nos recuerdan desde Boehringer Ingelheim Animal Health, "si la enfermedad no se diagnostica en fases tempranas, puede evolucionar a estados más graves en los que puede afectar a órganos como riñones, bazo e hígado, pudiendo llegar a ser fatal para el animal. Así pues, igual que en otras enfermedades potencialmente mortales, la prevención y el diagnóstico temprano son de vital importancia".
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Cómo prevenir la leishmaniosis en perros
La protección frente a la leishmaniosis puede abordarse desde varios frentes valorando el riesgo en cada caso concreto. Se puede intentar evitar la picadura del mosquito, eligiendo no pasear a nuestras mascotas por lugares y horas de más riesgo y reducir la exposición a las picaduras utilizando insecticidas tópicos o collares.
- Desparasitación periódica. La forma más fiable de prevenir la leishmaniosis en tu perro es prevenir la picadura del flebotomo que la provoca. Por eso, debes utilizar antiparasitarios que lo repelan.
- Revisiones veterinarias periódicas. Son básicas para la detección precoz y para tratar adecuadamente a tu mascota en caso de que hubiera contraído la enfermedad. Además, el veterinario te dirá qué medidas preventivas debes adoptar o cómo mejorar la calidad de vida de tu mascota.
- Evita pasear durante el atardecer y la noche. Son los momentos en que los flebotomos son más activos.
- Evita lugares con presencia de flebotomos. Hay áreas donde hay mayor presencia de mosquitos transmisores de la leishmaniosis. Las comunidades autónomas más afectadas son, por ejemplo, Valencia, Andalucía, Cataluña y Baleares. En el caso de que estés en estos lugares o tengas que desplazarte con tu perro, consulta con tu veterinario para adoptar medidas preventivas.
- Mantén un ambiente limpio. La higiene y limpieza en el entorno de tu perro son importantes para prevenir la leishmaniosis. Elimina los posibles criaderos de mosquitos, como charcos de agua estancada, y mantén limpios los recipientes de comida y agua de tu mascota.
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