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gala gonzalez 1t© Álvaro Medina

Entrevista

Gala González: 'Los animales deberían estar más presentes en nuestras vidas, son muy terapéuticos'

Hablamos con la emprendedora digital, diseñadora y directora creativa sobre cómo es su día a día con Zambu, su pequeño chihuahua adoptado


Actualizado 17 de marzo de 2023 - 8:21 CET

Fue en junio de 2021 cuando Zambu entró en la vida de nuestra protagonista para cambiarla. Gala González decidió embarcarse en una nueva aventura adoptando a este perro chihuahua, que por aquel entonces tenía ya ocho años. "Es un perro muy mayor, no sabes a lo que te vas a enfrentar", nos comenta la emprendedora digital, diseñadora y directora creativa, sobre los comentarios que tuvo que escuchar cuando se decidió a dar el paso. Un paso del que, nos queda claro tras pasar una mañana con ella y con su pequeña mascota, no se arrepiente en absoluto, pues, desde entonces, disfruta de su día a día con su perro. A Zambu no parece importarle el bullicio, las fotos, el hecho de que haya mucha gente a su alrededor, y nos deja hablar tranquilamente con Gala sobre cómo ha sido su experiencia desde que llegó a su vida.

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Gala González con su perro Zambu© Álvaro Medina

 

¿Habías tenido un perro en casa antes o eres primeriza en esto de tener mascota?

Soy primeriza en adopción, pero sí que había tenido un perro anteriormente que vivió 11 años y, de hecho, lo que me impulsó a adoptar fue la experiencia que tuve con mi anterior perro, que lo pasó muy mal. Tuvo muchos problemas genéticos y me ayudó también a indagar mucho más sobre este tema de los perros que han sido criados en situaciones que no son las ideales y que luego, a la larga, cuando tú accedes a tener un perro, son consecuencias con las que te toca lidiar diariamente.

Para mí, en este caso, he dado prioridad a la energía del perro, no tanto a la parte estética, sino a lo que él me transmite. Y creo que eso es lo más importante. Cuando se elige tener una compañía, una mascota en casa, hay que siempre elegir como las personas. ¿Te cae bien para congeniar contigo? No tanto si es más bonito o menos bonito, sino que vaya a poder ser compatible con tu vida, tu día a día.

¿Y cuál era la historia de Zambu? ¿De dónde viene?

La historia de Zambu es muy bonita porque surgió un poco paralela a mi historia con las redes sociales. Conocí su caso porque una amiga mía posteó de forma privada que se había puesto en adopción, que había entrado una petición para adoptar a Zambu a través de la protectora de animales que está en Almuñécar, en Andalucía. Y gracias a ellos, yo respondí el mensaje de mi amiga y le dije 'Yo me ofrezco voluntaria’, porque pensé que en ese momento no tenía más responsabilidades que asumir. Era un perro mayor, tenía ocho años. Todo el mundo me dijo que estaba loca: 'Es un perro muy mayor, no sabes a lo que te vas a enfrentar'. Pero yo pensé que si le quedan seis años o le quedan diez años y tengo la suerte de tener diez años más con este perro, pues perfectamente puedo asumirlo. Es pequeño, ya tengo experiencia con perros pequeños y aun así la experiencia es totalmente diferente a lo que yo había vivido y experimentado.

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Zambu el perro de Gala González© Álvaro Medina

 

¿En qué protectora lo encontraste?

A Zambu lo encontramos gracias a APAMA Almuñécar, él en realidad es un perro andaluz, y nos lo facilitaron todo muchísimo. Aunque realmente, si no has adoptado, enfrentarte a un proceso de adopción no es tan fácil como la gente cree. No simplemente tú mandas tu solicitud, sino que tienes que pasar un proceso de selección, entender 100% la responsabilidad que estás asumiendo. Creo que es muy importante visibilizar la adopción y no la compra. Tenemos la responsabilidad de mandar un mensaje al mundo, ya nos compramos suficientes cosas. Los animales nunca deben comprarse y sobre todo es que hay demasiada cantidad de animales abandonados como para seguir contribuyendo únicamente en que tu animal se convierta en un objeto, como un accesorio.

Zamburiña, Zambu por su diminutivo, es un nombre que no deja indiferente a nadie. ¿Cómo lo elegiste?

Pues él tenía otro nombre en realidad, pero para mí era importante que él comenzase una nueva vida, totalmente desvinculada de lo que haya podido pasar anteriormente, que lo desconozco, pero no sé si ha habido algún trauma o no. Yo lo encuentro muy sano, sobre todo mentalmente, muy equilibrado. Creo que es un perro que a lo mejor no ha experimentado todo el amor que necesitaba, pero que mentalmente está muy bien.

Entonces, el primer nombre que se me vino a la cabeza era Percebes. Pero luego pensé que no lo podía llamar en el parque Percebe porque le iban a hacer bullying, sin duda. Y sobre todo porque el diminutivo de Percebe, que es Perce, tampoco me sonaba bien. Y entonces pensé que, en realidad, Zambu tiene un origen más masculino, suena a perro con personalidad. Y cuando dices Zamburiña, cuando lo llamas por el nombre completo, de repente es como un nombre más dulce, más simpático. No hay nadie que no diga ¡qué nombre tan diferente! Aunque luego nos hemos encontrado en el parque con alguno que se llama Nécora también. Así que hay otros padres por ahí amantes del marisco.

¿Y cómo es el día a día con Zambu?

El día a día es súper fácil. Sin duda, no tiene nada que ver con otras experiencias que he tenido. Es un perro que, aunque ha sido adoptado, viene perfectamente entrenado, se comunica muy bien. Creo que ese es uno de los mayores factores para que haya una relación tan saludable. Es un perro que comunica lo que necesita, no ladra porque sí. Creo que en eso he tenido muchísima suerte. Siempre digo que la suerte la tengo yo porque me hace poder entender realmente cuáles son mis prioridades y mis problemas reales.

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Gala González con su perro Zambu© Álvaro Medina

 

¿Has tenido alguna anécdota curiosa con él?

Le encanta ir en moto y me he dado cuenta de que es un perro que cuando está en la naturaleza se encuentra muy bien. Y tiene la suerte de que va bastante en moto, lo llevamos en barco... Y una vez decidí comprarle un mini casco de moto que no le sirve, porque se le cae de la cabeza y es totalmente ridículo, pero a él le encanta. De hecho, es un perro bastante valiente, para lo pequeño que es y el tipo de raza de perro que es, que normalmente la gente los asocia con muy lloricas, muy ladradores... Pues es todo lo contrario. También creo que es porque genéticamente a lo mejor no es tan perfecto ni tiene tanto pedigrí, pero la salud mental es mil veces más importante para tener una convivencia mucho más sana. Entonces el perro se mete en el agua, nada, va en moto. En realidad es un perro que siempre digo que físicamente es pequeño, pero hace todo lo que hace un perro grande y más.

¿Cuál es tu momento preferido del día con él?

Mi momento preferido es por las mañanas. Ronca bastante y duerme en su cama. Todo el mundo me pregunta si duerme conmigo en la camita. Y no, la verdad es que prefiere dormir en su espacio, pero por las mañanas tiene su momento de mamitis, podríamos llamarlo, en el que pide y es esos cinco minutillos en los que se acurruca y da mucho amor y te das cuenta lo pequeñito que es.

Zambu aparenta ser un perro muy tranquilo, ¿verdad?

No ladra casi nunca. Por eso digo que se comunica muy bien, porque él utiliza los ladridos únicamente para expresar algo que necesita, no ladra porque sí. Y eso yo lo agradezco mucho, porque mi otra experiencia era todo lo contrario, era un perro que sufría constantemente, porque al fin y al cabo, cuando un perro está ladrando constantemente está en sufrimiento, está en estrés y está intentando decirte 'no te alejes, tengo miedo'... Entonces creo que dentro de todo lo que cabe está fantástico. A lo mejor dura 20 años, no se sabe.

¿Tienes que cuidar de forma especial su alimentación y su salud? Porque al final hablamos de que es un perro que es mayor.

Sí y no a la vez, porque en realidad genéticamente lo noto muy bien... Una de las situaciones en las que me encontré cuando lo adopté es que, en España, cuando adoptas a un animal, por ley, hay que castrarlo. Este perro no estaba castrado, tenía ocho años y yo no soy partidaria principalmente de castrarlo. Si no hay ninguna complicación, creo que tienen que ser como las personas, vivir su vida de una manera lo más natural posible. Pero desde que lo castras tienes que tener más cuidado con la alimentación y darle una comida adecuada para un perro más senior, que no hace tanto deporte y que está castrado.

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Gala González con su perro Zambu© Álvaro Medina

Has afirmado incluso que te ha cambiado la vida incluso tener a Zambu. ¿En qué sentido?

Porque en realidad tener un perro es asumir un compromiso. Hay mucha gente que dice que no le gustan los animales, y pienso que lo que no les gusta es asumir un compromiso que cambie su vida. Es igual que la decisión de tener hijos o no, es un compromiso al fin y al cabo. Entonces te cambia la vida porque ya no piensas solamente de manera unilateral. Siempre tienes que tener en cuenta que esa personita -para mí en realidad es una persona-, está por ahí y que desde tus vacaciones hasta tu fin de semana, hasta salir por la noche, cuando llegas cansada, tienes que bajarlo y simplemente adaptarte, como lo harías por cualquier otra persona.

De todas maneras, ¿piensas que vivimos cada vez en una sociedad más dog friendly o podríamos decir que queda mucho camino por recorrer todavía?

Todavía creo que se puede hacer mucho más por incluir de manera activa y responsable a las mascotas. Igual que ahora ya todo el mundo sabe que tiene que recoger las necesidades del perro, no solamente porque haya unas multas detrás, sino porque hay que vivir en un lugar en el que todos podamos disfrutar de la calle. Pero sí me gustaría que de manera más generalizada, como en otros países, fuera más sencillo. Un ejemplo son los comercios. A mí por ejemplo aquí, en mi espacio, me encanta cuando la gente viene con sus mascotas, pero hay actividades tan sencillas como ir al supermercado en las que no tienes que plantearte si puedes entrar con tu perro o no. Yo entiendo que esto va a levantar a lo mejor un poco de debate, pero es que se puede hacer de muchas maneras, incluso a lo mejor una zona reservada, pero eso de tener que dejarlos fuera mientras tú estás haciendo la compra y tener que asomarte para ver si tu perro sigue ahí, si no se lo ha llevado a alguien, si el perro está bien, si no está estresado, creo que limita un poco. De manera general, pienso que los perros deberían estar más presentes en nuestras vidas, porque los perros, al fin y al cabo son muy terapéuticos. Tocar un perro produce serotonina, endorfinas, te relaja, te produce felicidad. Creo que deberían estar más en contacto, y así también aquellas personas que le tienen miedo a lo mejor dejarían de tenerlo.

¿Ha sido sencillo adaptar tu ritmo de vida, tu carrera profesional, al cuidado de un perro, a convivir con una personita en casa?

Con él es muy fácil. He de decir que la suerte la tengo yo, porque él es fácil. Es un perro que me comunica lo que necesita, entonces yo puedo dárselo. Entonces no existe ese momento de frustración, ni de estrés para él, pero sí, en general no ha cambiado mucho. En realidad, lo bueno que tiene y también por eso me gusta mucho el tamaño que tiene, es que puede venir conmigo a todos los sitios.

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Gala González con su perro Zambu© Álvaro Medina

 

¿Y siempre pensaste en un perro? ¿Nunca has pensado en otras mascotas, por ejemplo, un gato?

¡Ya tuve! Tuve gato también. Un día vi en un anuncio del periódico con 15 años y lo metí en casa. Solo estaba el gato, pero bueno, mi gato era como un perro. También tuve mucha suerte, era un gato muy cariñoso. Yo creo que los animales son como tú los eduques, igual que los niños, igual que las personas. En realidad, lo que tú le das lo va a devolver. Si tú no eres muy cariñoso, el perro será más frío. Si eres demasiado cariñoso, el perro tendrá unas carencias, unas necesidades constantes. Se trata de buscar un equilibrio entre lo que tú le enseñas y el carácter, que ya viene de nacimiento. Por eso digo que a los animales no hay que elegirlos físicamente, sino entender si son más dominantes, si son más sumisos, entender un poco las necesidades para que tú le puedas dar lo que ese animal busca, porque al fin y al cabo ellos viven en grupo, en manada. Entonces ellos necesitan saber cuál es su lugar. Si no lo saben, es cuando hay todos esos problemas de perros que ladran, perros que muerden, porque en realidad no saben lo que tienen que hacer ni a quién tienen que seguir.

Para finalizar, ¿cómo convencerías a una persona, por ejemplo, que no tiene o ha tenido perro nunca, de que cambie de idea y se anime?

Pues primero te aconsejaría que no te plantees jamás comprar, porque cometemos muchos errores, sobre todo educando a los cachorrillos, y los perros de criadero suelen tener más problemas genéticos. Porque yo cometí ese error. Entonces fueron 11 años donde todos estuvimos muy involucrados, pero se pasa muy mal, no solamente el animal, lo pasas tú mal y luego tienen problemas genéticos y físicos, que es un desgaste muy doloroso de tener que vivirlo con él. Y lo segundo, que adoptar es una experiencia completamente diferente, que yo se lo recomiendo a todo el mundo porque es otro tipo de sensación. Son tan agradecidos, despiertan como esa parte más maternal, aunque no exista, la hay en todos los seres humanos. Cuando vas a una perrera y ves la situación en la que están y el cariño y las necesidades que tienen es que se te ablanda el corazón y quieres 100%. Si no es para ti, para alguien de tu entorno.