,type=downsize)
Tener caspa no es en sí mismo un problema que de mala salud, los gatos al igual que los humanos se deshacen de forma natural de las pieles muertas, la caspa no es sino el desprendimiento de escamas o motas de la piel tras el pelaje, un proceso natural que ocurre cada cierto tiempo.
Si la cantidad de caspa es mucha y muy constante, sí podríamos empezar a sospechar que se trata del síntoma de una enfermedad o afección que va más allá de la propia caspa. Ante la duda, siempre es buena idea acudir al veterinario y plantearle tus dudas, sin embargo a continuación vamos a explicarte algunos posibles motivos para un nivel de caspa elevado en el felino, así como posibles remedios.
Razones por las que el gato puede tener caspa
La dieta del felino es uno de los principales condicionantes para que, de existir un problema con los nutrientes que ingiere, el gato desarrolle caspa. Una carencia de omega 3, por ejemplo, podría producir problemas en su dermis que a medio-largo plazo se harán patentes en forma de escamas o láminas de piel muerta.
La obesidad también es un motivo, por un lado la piel sufre al crecer y expandirse, y por otro, cuando un gato no está en su peso ideal, le es mucho más complicado acicalarse, y pese a que son animales muy higiénicos, ante la imposibilidad de acceder a todas las zonas de su cuerpo, el felino desistirá y podrá empezar a no librarse de la caspa como hasta ahora, acumulándose una mayor cantidad de ésta y propiciando la aparición de más.
Leer más: Datos curiosos sobre los gatos que no conoces
Un gato bien hidratado está a salvo de la caspa
La carencia de hidratación en el gato es la principal causa para que aparezca caspa, la piel se reseca y se quiebra en forma de escamas. Tan importante es que el gato beba agua como que tenga a su disposición comida fresca, que es la segunda fuente de agua del gato. Ten en cuenta que, además de que ingiera agua, el gato puede deshidratarse por un ambiente excesivamente seco, lo que colabora a resecar la piel. Los humidificadores son soluciones muy óptimas para mejorar la hidratación del ambiente.
Por otro lado, los gatos también sufren alergias, es más, es bastante común que los problemas en la piel de los felinos sean provocados por algún tipo de alérgeno o irritante presente en el hogar. Será difícil dar con ello, una vez que detectes que hay algo de tu hogar que es el causante de esta alergia deberás analizar los productos de limpieza que utilizas, las plantas o los juguetes del animal. Un problema de alergia no es directamente el causante de la caspa, sino que al resecarse la piel, surge ésta como síntoma de que algo no va bien.
¿De verdad es caspa?
Una revelación bastante desagradable puede ser descubrir que aquello que creemos que es caspa no es tal, sino que se trata de un parásito. La cheyletiellosis parece caspa, pero no lo es, de hecho se le denomina coloquialmente como ‘caspa andante’ porque es un parásito que se desplaza adherido a la piel del felino mientras que se alimenta de ésta. Se trata de un parásito muy contagioso, no afecta a los humanos pero si hay más de un gato en la casa es primordial mantenerlos separados para que el parásito no salte a un nuevo huésped, para lo cual deberás procurar higienizar muy bien los lugares donde reposa el gato infectado, como son el sofá, las camas, etc…
Existe también un ácaro llamado demodex que produce una enfermedad, la demodicosis. En este caso el ácaro produce la caspa del gato porque, de forma similar al parásito cheyletiellosis, lo que hace es ‘morder’ las defensas de la dermis, aislando las escamas para trocearlas y alimentarse de éstas, dejando un rastro de residuos a su paso con apariencia de caspa.
Y aunque parezca similar y lo metamos en el mismo saco, los hongos son otro de los causantes de la caspa de los felinos. Una infección de hongos se define como dermatofitosis, o dicho coloquialmente: tiña. Esto ocurre cuando en las capas muertas de la dermis del gato empiezan a crecer los hongos, que se traspasan al pelo y a las uñas. La caspa es un síntoma de esto, pues los hongos resecan la piel, la escaman, producen enrojecimiento, picor y cuando el gato se rasca se genera más caspa.
Leer más: Síntomas de que tu gato tiene fiebre
Los gatos también tienen estrés
Aunque la mayoría de los motivos para que un gato tiene caspa tienen que ver con la alimentación o con agentes patógenos como parásitos, hongos o ácaros, lo cierto es que los gatos también pueden desarrollar estrés y uno de los síntomas consiguientes es la caspa. Esto ocurre porque cuando un gato se siente nervioso, contrariado o está en conflicto, puede desarrollar fácilmente el gesto automático de rascarse. Se trata de un reflejo compulsivo para dar salida a su nerviosismo, pero esta forma de rascar, si es continuada, puede provocar alopecia, problemas de piel y caspa.
Soluciones a la caspa
Como siempre que nos referimos a un problema de salud de las mascotas, la opción más efectiva para atajar una enfermedad o los síntomas de ésta es acudir a un veterinario. Desde aquí podemos darte algunas claves para identificar el problema y anunciarte cual podría ser el método que el veterinario determinará para minimizarlo y acabar con la caspa del felino. Primero se podrá realizar un estudio completo del animal para detectar posibles motivos internos: análisis de orina, sangre e hidratación. Por otro lado, se podrán analizar sus heces para comprobar si tiene parásitos, o realizar pruebas específicas para encontrar alergias o infecciones.
A nivel doméstico podemos buscar la forma de que el gato se hidrate más y mejor, fomentando una dieta de alimentos frescos (con alto contenido de agua), disponer de su cuenco del agua siempre lleno, así como variando ligeramente la alimentación si esto no surte efecto. Por otro lado, existen champús especiales para gatos con caspa, un buen cepillado y el correcto cuidado de su pelo es vital para que su piel se mantenga saludable.
Leer más: ¿A qué edad deja de crecer un gato?
