,type=downsize)
Una de las más hondas desazones que podemos experimentar al traer a un hámster a casa es descubrir que tiene por costumbre morder. Esta no es una peculiaridad muy común, estos animales no suelen hacerlo, pero tampoco es una opción del todo excéntrica. Los hámsters tienen dos mecanismos de defensa posible y, cuando todavía no están habituados a un entorno pueden ponerlos en práctica. El primero es gruñir, emiten un sonido que recuerda a una especie de repiqueteo, resulta algo desagradable y sorpresivo. Esa sensación de desconcierto es la que puede evitar que un depredador o nosotros nos acerquemos más de la cuenta. La segunda acción posible para defenderse es morder, pero la suelen poner en práctica cuando el gruñido no surte efecto.
En todo caso, es muy importante tener en cuenta que esa actitud de morder surge únicamente por defensa. Ni es un ataque gratuito ni una decisión arbitraria. Sin embargo, si la situación no se revierte y el hámster no acaba de coger la suficiente confianza, puede acabar mordiendo de forma habitual, como costumbre, y convertirse en un serio problema si queremos socializar con el animal.
Leer más: Trucos para mitigar la soledad de tu mascota frente a tu vuelta al trabajo
¿Es grave la mordedura de un hámster?
Por suerte los hámsters no tienen mucha fuerza en la mandíbula ni su mordida es capaz de sustraer piel o carne, pero claramente recibir una mordida de este animal es molesto, por un lado porque produce sorpresa, y por otro porque muy probablemente el hámster se quede pinzado a nuestro dedo y cueste un poco de desligar.
Pese a que se trata de una mordedura poco peligrosa por la posible cicatriz o daño en los tejidos, sí puede transmitir algunas infecciones de las que debemos de preocuparnos asistiendo al médico si la mordedura produce sangre. Sin embargo, la posibilidad de que un hámster doméstico transmita enfermedades bacterianas no es demasiado alta. Si te muerde y produce heridas debes lavar la zona de la mordedura y tratarla como harías con cualquier otra herida que pudiera infectarse.
Sobre las enfermedades concretas que un hámster puede transmitir, nos referimos a la tularemia, por ejemplo, que es una infección bacteriana que producirá un cuadro de síntomas similares a la gripe. Otra afección sería la coriomeningitis linfocítica, que produce también unos síntomas parecidos a la gripe pero en este caso se desarrolla por una reacción a la propia saliva del hámster. Y finalmente, podemos contraer el hantavirus, que es bastante más grave y puede producir fiebre hemorrágica o síndromes renales o pulmonares.
Leer más: ¿Qué animales deben llevar chip con la nueva ley (y cuáles no)?
Motivos concretos por los que el hámster puede morder
Para que un hámster no muerda tenemos que estar muy atentos a su comportamiento y a sus necesidades. Cuando esta mascota es entregada directamente a los más pequeños de la casa podemos estar dejando al animal solo ante nuestros hijos, que no tienen porqué saber cómo poner en práctica el mejor tacto.
Los hámsters están programados como animales de presa, son las víctimas de toda la pirámide trófica, es decir, que en un ambiente natural le temen a todo, y eso no va a cambiar porque sea un hámster doméstico. Cuando este animal llega a casa es vital que le dejemos su tiempo y su espacio, que no le atosiguemos tratando de cogerle con las manos, que no se sienta constantemente observado y que cuando le dejemos salir de la jaula le dejemos salir a él mismo, que no sea por imposición y mucho menos usando nuestra mano para sustraerlo.
Si un hámster gruñe o muerde, razón de más para dejarle más espacio y ser aún más cuidadosos con él. Toda muestra de prisa por nuestra parte puede hacer que su intención de morder se haga una costumbre difícil de modificar. Los hámsters son animales divertidos, pero necesitan familiarizarse con el entorno y con las personas que van a cuidar de él.
Por otro lado, también es posible que un hámster coja la costumbre de morder cuando ya es mayor y está plenamente familiarizado con la casa. ¿Por qué puede llegar a ocurrir esto? El motivo más plausible es que el animal está perdiendo visión, pues la vista nunca ha sido un sentido muy agudo para él. Si el hámster apenas ve, puede llegar a confundir nuestro dedo con alimento, y morder con la intención de comerlo. Un truco para evitar esta situación es que siempre tengas tus manos bien limpias cuando cojas al hámster, para no arrastrar ningún olor a alimentos que pudieras tener entre los dedos.
¿Qué hacer ante la mordedura?
Si tu hámster te muerde lo más importante que debes hacer es no mover la mano compulsivamente, como probablemente desees, para quitártelo de encima. Cuanto más te muevas y cuanto más le vapulees, más fuerte y más seguro estará de morderte. Si te muerde, debes soplarle, esto le asustará y le hará desistir de su empeño. Dale un soplido contundente en la cara, pero no hagas nada muy violento o lo tomará también como una amenaza. Al igual que el resto de animales, los hámsters no entienden un refuerzo negativo, no servirá de nada castigarlo.
Leer más: Consejos para encontrar a tu hámster (si se pierde por la casa)
