Hubo una época, a finales del siglo XIX, en la que los nuevos animales domésticos eran presentados en eventos internacionales en París y Londres. Eran actos como ahora sería el lanzamiento de un nuevo móvil, la expectación que rodeaba a estos fastos era emocionante y los organizadores siempre buscaban nuevas rarezas que mostrar. No sólo por su peculiaridad, sino porque pudieran estar al alcance de los compradores. Se buscaban nuevas razas de perro, gato o conejo, y cuanto más diferentes y originales mejor. Así se presentaron en 1887 los primeros ejemplares de conejo arlequín en París, y pronto se vieron en las exposiciones de animales de Londres.
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¿Qué tenía de peculiar este conejo? Su pelo es lo que hace que sea una raza tan especial, pues aunque aún hoy no está del todo claro cuál fue el cruce que propició el nacimiento de esta nueva raza de conejo, se cree que es un cruce entre el conejo común francés y la raza de conejo holandés tricolor. Su pelo presenta por lo menos dos tonalidades con un patrón de color que se repite y alterna, como un arlequín o como un traje de rayas.
Lo cierto es que en el momento en el que este cruce se hizo popular en Europa, se hizo imparable y los hogares de Estados Unidos también querían un conejo arlequín para el ámbito doméstico. A lo largo del último siglo los especialistas y las asociaciones de criadores de conejos han aceptado y rechazado repetidas veces que se trate de una raza nueva o específica en sí misma, en ocasiones toman la decisión de quitarle el estatus de raza pues simplemente se caracteriza por unas tonalidades de su pelo, pero no por unas características físicas suficientemente diferentes. Sin embargo, a día de hoy el conejo arlequín sí es una raza reconocida por todas las entidades internacionales.
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Dos tipos posibles
Su cuerpo es compacto, tiene patas medianas y su cabeza es algo más grande que el resto de su cuerpo, proporcionalmente la cabeza es algo mayor de lo que esperaríamos de un conejo proporcionado, además, es alargado y posee una musculatura bastante fuerte. Los machos llegan a pesar hasta 3,5 kilos, las hembras pesan alrededor de un kilo menos. Este pelaje tan característico de dos tonalidades alternadas es, además, un pelo corto y bastante brillante.
El dibujo que este conejo puede tener en su pelaje es variable, clásicamente se trata de un patrón que alterna blanco y negro, o una tonalidad oscura y otra clara. Sin embargo existen dos tipos de conejo muy diferenciado, el japonés, que tiene bases naranja mezcladas con combinaciones lina y que se alternan con azul, negro o marrón. Y el llamado ‘urraca’ que solo mezcla el tono azul o marrón con el lila. En todo caso, la característica principal para que sea arlequín es que estos patrones se aprecien como bandas o barras, y se mezclen alternativamente.
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Sus cuidados
El conejo arlequín tiene una convivencia muy similar al conejo común que podemos tener en cualquier hogar. A la hora de darle una alimentación adecuada solo debemos basarnos en vigilar su dieta de heno y pienso, específicamente para evitar problemas dentales por el sobrecrecimiento de los dientes delanteros y por su tránsito intestinal. Para mantener una dieta equilibrada y que eso revierta en un pelaje brillante y sano, como es tan propio de esta raza, se recomienda ofrecer al conejo manzanas, peras, pepinos, alfalfa, melón, apio y espinacas.
Se trata de un conejo con un temperamento muy doméstico, es enormemente tranquilo y siempre se muestra pacífico. No es especialmente huidizo, pero debemos tener muy en cuenta que para que su comportamiento sea estable y no rehuse a salir de su jaula o a tener contacto con humanos, debemos mantener el entorno lo más tranquilo posible, sin ruidos estridentes o sin la interacción de otros animales, en concreto perros y gatos, que pueden hacer sentir inseguro al conejo y retrotraerse.
El conejo arlequín es una raza lo suficientemente inteligente como para ser adiestrada, puedes hacer que aprenda ciertos trucos o que se acostumbre a algunos mandatos. Esta raza de conejo puede llegar a responder a su nombre, y al ser llamado pondrá especial atención y guardará precaución o se detendrá de aquello que esté haciendo. Además, es un conejo muy limpio y puede llegar a acostumbrarse a hacer sus necesidades solo en una zona concreta de su bandeja de arena.
Para que el conejo arlequín crezca de forma adecuada, y su mente y cuerpo se desarrollen plenamente debemos ofrecerle la suficiente estimulación y juegos, para que no viva enclaustrado en la jaula, que tenga movilidad y desarrolle su musculatura. Es necesario ofrecerle retos suficientes para poder explorar y desarrollar su ingenio, lo cual es vital para conseguir su máxima felicidad y mejor relación con los humanos con los que convive. Se recomienda que el conejo salga al exterior de su jaula por lo menos 3 horas al día, preferiblemente por la mañana o al anochecer, pues los conejos son animales crepusculares y tienen impreso ese reloj biológico que les hace querer ser más activos y explorar a esas horas.
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