Una de las preguntas más comunes cuando vamos a adoptar a un gato, y especialmente cuando somos primerizos, es hasta qué punto podrá crecer y cuánto tardará en llegar a sus dimensiones definitivas. Su tamaño y peso pueden ser variables que condicionarán la convivencia y los traslados del animal. Por un lado, un gato grande y pesado puede infundir el temor de que al saltar sobre las estructuras de la casa alguna pueda vencerse, no es de extrañar que el gato tome como normal brincar sobre las estanterías y librerías de la casa.
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Por otro lado, existen transportines especiales para viajar bajo el asiento o en nuestro regazo en medios de transporte público como el autobús, tren o el avión, y que pueden no ser suficientes para gatos grandes y pesados, obligándonos a buscar otro método de transporte. Un gato que no supere los 60 centímetros de largo y los cinco kilos no presentará problemas, sin embargo un gato mayor sí.
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Las fases del crecimiento de los gatos
Un gato al nacer pesa alrededor de 100 gramos, como la gran mayoría de los mamíferos, Y en el momento del nacimiento son muy vulnerables. El periodo de gestación felino apenas llega a los 66 días, por lo que en dos meses se desarrollan camadas de entre cuatro y seis gatitos, no es de extrañar que una vez nacidos aún deban recorrer un plazo de crecimiento necesario para finalizar su formación e independencia. Nacen ciegos y bastante débiles. Necesitan alimentarse de leche materna, que será lo que mejor complemente su nutrición, no solo para crecer, sino también para protegerse, pues en el calostro hay incluidos una serie de anticuerpos naturales indispensables.
Pasada una semana, los gatos abren los ojos y se les desprende completamente el cordón umbilical, una vez seco. A lo largo de las semanas siguientes dormirán mucho, dedican toda la energía aportada por su nutrición a su desarrollo, y no malgastan ningún recurso para interactuar con el medio. Un hito que marca su independencia es disponer de dientes, y esto no ocurre hasta la octava semana, cuando la dentadura de leche se forma finalmente con 26 piezas dentales. Sin embargo, es a partir de la cuarta semana cuando ya corren y juegan, tiempo en el que empiezan a ingerir sólidos.
A los dos meses de vida un gato ya come sólidos y no depende de la leche materna, es la fase de destete. Al sexto mes cambiará los dientes de leche por los definitivos, y pasará de tener 26 piezas a 30. A un gato se le considera adulto al alcanzar los siete meses de edad, momento en el que las hembras ya tienen el celo y adquieren la madurez sexual. Sin embarazo, su crecimiento continúa durante medio año más, y es a los 12 meses de edad, aproximadamente, cuando el gato finaliza su proceso de crecimiento, no aumentará de tamaño en adelante. Será a los ocho años de edad cuando su estado adulto se torne en vejez y empiece a mostrar síntomas de envejecimiento que, sobre todo, se apreciará en su pelo, sobre todo la zona del morro empezará a blanquear. Todo su pelaje podrá verse más áspero y menos uniforme, además el gato se mostrará más cansado y menos curioso.
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¿Cuánto puede crecer un gato?
Hay muchas variables que influyen en el crecimiento de un gato, el tipo de alimentación que le damos es importante, pero también sus genes o su raza. Si nos referimos a los gatos comunes que podemos encontrar en Europa, su dimensión va desde los 80 a los 90 centímetros de largo, aunque la raza maine coon, por ejemplo, llega incluso a los 120 centímetros. En todo caso, los machos suelen ser más grandes y pesados que las hembras, los gatos de bengala son de los menos pesados, alcanzando entre tres y cuatro kilos, y los persa lo duplican, su peso puede estar en ocho kilos.
Los gatos más pequeños pueden llegar a pesar entre uno y tres kilos, son de las razas munchkin, korat, devon rex, skookum. Aunque la raza más pequeña sin duda es la singapur. Por otro lado, los gatos maine coon, selkirk rex, persa o ragdoll son algunas de las razas más grandes, llegando a 13 kilos de peso y a casi un metro de longitud.
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