El otoño parece haber llegado ya para quedarse, y pese a que las temperaturas aún no son demasiado bajas, lo cierto es que, poco a poco, vamos viviendo días más fríos, cuyas consecuencias también sufren nuestros perros en sus paseos diarios, especialmente los perros de pelo corto, razas pequeñas, cachorros, los perros mayores o con problemas de salud.
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Así les afecta el frío
Y es que nuestras mascotas también notan los efectos de las bajas temperaturas, que se manifiestan en forma de:
- Estornudos.
- Secreción nasal y ocular.
- Debilidad física.
Hay que estar atento, por lo tanto, cuando aparecen estos síntomas, claros indicativos de que nuestra mascota está sufriendo una exposición prolongada al frío exterior, que puede incluso derivar en hipotermia en algunos casos, un problema no menor, lo que “puede poner seriamente en riesgo la salud de nuestro peludo”, tal y como nos cuenta Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de KIVET, la red de centros veterinarios de KIWOKO. “Y es que la tolerancia a la temperatura varía en cada animal. Por lo que es importante conocer los signos que muestra un perro cuando está pasando frío y puede estar llegando al límite de su resistencia”, ha afirmado la experta veterinaria.
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¿Qué señales nos alertan de que nuestro perro está pasando frío?
- Escalofríos o temblores visibles. En este sentido, tienen una reacción similar a la de los humanos, y los perros reaccionan al frío con estos movimientos repetidos que funcionan como reacción natural para mantenerse caliente.
- Oídos o cuerpo más fríos de lo normal. Las orejas de nuestros perros son un buen indicador: así, sentir que están frías sobre es una buena manera de saber su temperatura. Si las orejas están frías, particularmente en la zona de los bordes, indican que nuestro perro está sintiendo frío. Lo mismo ocurre con su cuerpo, si se ha quedado más frío de lo habitual, es probable que tu perro tenga demasiado frío y requiera de una capa extra que le ayude a mantener el calor.
- ¿Se acurruca, en forma de bola, o se encorva con la cola metida entre las patas y temblando? Si esto ocurre, y realiza alguno de estos gestos, es muy posible que lo haga en un intento de calentarse con el calor de su propio cuerpo.
- Lloriqueos, quejidos y sonidos poco habituales. Son su forma de comunicarse contigo. Por eso, si tu perro se siente incómodo, puede tratar de hacértelo saber quejándose, lloriqueando o ladrando, una de las razones es que tenga frío y requiera de atenciones por parte de su familiar.
- Respiración lenta y somnolencia. Tal vez notes que tu perro relaja su respiración de modo inusual: ese también puede ser también un signo de que tiene frío. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia después de comidas copiosas o de hacer mucho ejercicio.
- Rigidez muscular. Otro síntoma es cuando el animal tiene los músculos muy rígidos. En ese momento, será clave fijarnos en el movimiento de sus articulaciones o masajearlos de forma regular para descubrir si mantiene su tonalidad muscular.
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¿Cómo debemos actuar?
Una vez que percibes que tu perro puede estar pasando frío, toca buscar soluciones. “Si tu perro muestra alguna de las señales mencionadas arriba, toma precauciones para mantenerlo caliente. En este sentido, si tienes un perrete que es más sensible al frío, arrópale con un jersey, chubasquero o abriguito para perros; unas botas para mantener caliente las patitas cuando lo saquemos en condiciones extremas de frío y humedad; o una caseta bien aislada térmicamente si nuestro perro necesita estar al aire libre durante períodos de tiempo prolongados. Y, por supuesto, recuerda vigilar de cerca a tu mascota durante las temperaturas extremas”, recomienda Ana Ramírez.