La vitamina B es fundamental para el correcto desarrollo físico y mental del gato, porque interviene tanto en sus músculos como en el sistema nervioso. En concreto las vitaminas B1, B6, B9 y B12 tienen una función muy trascendente en el desarrollo cognitivo del animal, pues se transforman en un aminoácido denominado homocisteína, y su falta produce un deterioro gradual del sistema nervioso, además de problemas cardiovasculares y renales, y otros desajustes de los procesos metabólicos. Ahora probablemente pienses que una dieta equilibrada es fundamental para tu mascota, por eso es fundamental atender a complementar adecuadamente el pienso para que ningún nutriente o vitamina se queden fuera de su alimentación.
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Sin embargo, los gatos que sufren algún tipo de trastorno en el aparato digestivo, como la enfermedad inflamatoria intestinal o pancreatitis crónica, pueden tener serias dificultades para absorber la vitamina B. Esto se identifica fácilmente en su comportamiento, si no tiene apetito, pasa el día aletargado y muestra diarrea o estreñimiento, es probable que la vitamina B no esté presente en su desarrollo y que sea por un problema de absorción en el aparato digestivo.
¿Es el letargo un síntoma inequívoco de falta de vitamina B?
Es cierto que los gatos pasan una gran cantidad del tiempo diario durmiendo o simplemente descansando, más de 14 horas diarias en algunos casos. Pero una vez que se despiertan suelen mostrarse activos, curiosos y bastante despejados. El ciclo de sueño de los gatos nunca es profundo, por lo que son capaces de pasar del sueño a la acción en cuestión de segundos, sin embargo, un gato que tenga un problema de salud provocado por una carencia en la vitamina B podrá mostrarse constantemente cansado. Además, cuando se acerque a la comida probablemente rechazará olerla. Estos son síntomas claros de que algo extraño le ocurre. En concreto el letargo no es un síntoma inequívoco de una carencia de vitamina B, sino que está relacionado también con la diabetes, enfermedades renales o intoxicaciones alimentarias.
Si tu gato ha padecido una enfermedad relacionada con el aparato digestivo que haya disminuido su función intestinal, de absorción de nutrientes, es probable que la vitamina B12 no esté cumpliendo su función aunque esté integrada en su dieta. Cuando los gatos tienen una absorción reducida de esta vitamina su organismo empieza a tener deficiencias graves y puede desarrollar cáncer de colon (con el linfoma de células pequeñas), enfermedad inflamatoria intestinal, pancreatitis y enfermedad del hígado.
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¿Cómo paliar un déficit de vitamina B?
El pienso no aporta demasiada vitamina B, la encontraremos especialmente en la carne fresca, muy concretamente en el hígado y otras vísceras. Pese a ello también podrás encontrarla en complementos dietéticos que podrás añadir a su dieta, sin embargo si tu gato tiene un problema digestivo absorberá mejor la vitamina que procede de alimentos naturales que de compuestos.
Todas las vitaminas B, tales como la Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Niacina (B3), ácido pantoténico (B5), piridoxina (B6), ácido fólico (B9) o cobalamina (B12), son hidrosolubles, lo que sería contrario a otras liposolubles, esto quiere decir que cuando el organismo detecta un exceso de esta vitamina puede expulsarla fácilmente a través de la orina, por lo que una sobrenutrición de vitamina B no tiene porqué ser un problema, dentro de unos márgenes razonables.
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Más beneficios de la vitamina B
Aunque ya hemos comentado que la carencia de esta vitamina puede provocar diferentes enfermedades y afecciones críticas para tu mascota, no sólo es importante el perjuicio de su déficit sino también los beneficios generales que aporta, como por ejemplo la estimulación del metabolismo, que hace que el gato disponga de mayor energía, pues aprovecha mejor los nutrientes que ingiere y esto le hace sentir más en sintonía con su entorno, y por lo tanto más feliz. Por otro lado, es una vitamina que favorece el correcto crecimiento la piel y el pelo.
El sistema inmune es uno de los principales beneficiados por esta vitamina. Además, el desarrollo cognitivo del gato será más completo con esta vitamina correctamente digerida, pues es fundamental para las conexiones nerviosas que son las encargadas de fortalecer su memoria y que contribuyen a que su comportamiento sea más estructurado y guarde mayor coherencia con sus instintos. Esto mismo favorece que bajen los niveles de estrés del gato, pues percibirá mayor control y seguridad en sus actos y en la actitud con la que afronta el día a día. Este proceso de refuerzo sináptico en el que está relacionada la vitamina B forma parte del equilibrio de la bioquímica del sistema nervioso, y para que surta efecto debe estar alineado con otras vitaminas y nutrientes, por lo que una alimentación bien dirigida es de enorme importancia para la salud del animal.
¿Pero qué alimentos aportan la preciada vitamina B?
Aunque existen compuestos vitamínicos que aportan la cantidad necesaria para complementar la dieta del animal, es cierto que es más fácil de digerir si está integrada en alimentos frescos, la vitamina B la encontrarás generalmente en carne fresca, muy en concreto en las vísceras de otros animales, como el hígado y el riñón. También está en la carne de cerdo, conejo, pollo o pavo. El pescado aporta también este nutriente, el atún, salmón, lubina o sardinas son buenos ejemplos de alimentos de origen marino que ayudarán a que tu gato fortalezca esta vitamina.
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