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Hábitat

Búhos, águilas, halcones... Las curiosidades más sorprendentes sobre las aves rapaces

Su visión y olfato es prodigioso, capaces de pescar peces de gran tamaño o encontrar mamíferos en sus propias madrigueras


26 de julio de 2022 - 12:27 CEST
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Visión y olfato superdotado

Son las malas de la película, mientras que la mayoría de las aves son apreciadas por su belleza y la paz que producen, las aves rapaces generan inquietud con solo nombrarlas. Están en lo más alto de la cadena trófica y de los hábitats, oteando a los animales desprevenidos desde las alturas. La visión de estas aves es prodigiosa, capaces de identificar una presa a cientos de metros de altura, incluso de olfatear y rastrear olores y gases. Sin embargo, son las responsables de la limpieza de los ecosistemas, las carroñeras pueden ocuparse de cuerpos en avanzado estado de descomposición que podrían contagiar enfermedades infecciosas y generar un problema de salud en el entorno. Sin embargo, no es extraño que infundan temor, son muy agresivas cuando una presa se les pone a tiro, y no dudarán en llevársela consigo cueste o que cueste, aunque mida y pese el doble el su propio peso.

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Quebrantahuesos

Seguramente siempre te habrá resultado curioso el nombre de este ave. Podríamos imaginar que es una rapaz tan fuerte que es capaz de aplicar daños tan graves en los cuerpos de sus presas que les rompe los huesos, sin embargo esto no es del todo así. Lo cierto es que es uno de los pocos animales que se alimenta de restos óseos, concretamente del tuétano, a diferencia de otras aves rapaces que buscan vísceras y músculos. Para que el quebrantahuesos pueda alimentarse debe trocear los huesos de sus presas, y para ello los arrancan y los dejan caer desde muy alto, buscando zonas rocosas para que impacten contra el suelo y se fragmenten. Por tanto, se trata de un ave con un enorme sentido espacial, capaz de ver a distancias inmensas y de reconocer el terreno, sólo así pueden lanzar los huesos desde altitudes considerables y recoger los trozos esparcidos entre las rocas.

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Búho Real

Habrás visto en decena de películas como los búhos son reconocibles en la noche por sus ojos amarillos intensos. Sin embargo existen tres tipos de iris de búho en función del horario en el que permanecen despiertos, los de ojos amarillos son diurnos, los que tienen esta zona naranja son vespertinos y los nocturnos tienen los ojos negros (algunos son confundidos con lechuzas). Existen más de 200 tipos de búhos, y pese a su fama de animales pacíficos y poco dados a la acción, son aves rapaces a la altura de un águila, un buitre o un halcón, no dudan en cazar mamíferos o peces para alimentarse. Existe, de hecho, una variedad de búho que ni siquiera teme al ser humano y es capaz de enfrentarse a él y llegar a agredirlo.

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Águila pescadora

No es extraño que un ave rapaz se alimente de cualquier animal que esté a su disposición, sin embargo lo curioso de este tipo de águila es que basa el 99% de su alimentación en pescado, y de forma muy excepcional se le podrá alimentar de roedores, reptiles u otras aves. Suele vivir en la rivera de los ríos, y gracias a su visión tan precisa y fiel es capaz de identificar cuando los peces nadan cercanos a la superficie, entonces planea sigilosamente sobre el agua, introduce sus garras y extrae a sus presas. Te sorprenderá saber que no solo pesca peces pequeños, sino que este tipo de águila es capaz de arrastrar y sustraer ejemplares que igualen su propio peso, salir volando con ellos y llevarlos hasta su nido para despedazarlos.

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Buitre de Turquía

Una de las razones por la que ciertas aves rapaces están empezando a desaparecer es que su alimentación no se basa en animales vivos, sino en los restos de sus cuerpos en putrefacción. De ahí que los buitres se denominen como aves carroñeras. Su hábitats cada vez tienen menos individuos, y se hace difícil encontrar animales muertos a los que acudir. En concreto el buitre de Turquía es un experto encontrando restos orgánicos de mamíferos y otras aves que incluso puedan estar en estado de semienterramiento, ocultos bajo la maleza, rocas o sedimentos. Su olfato es prodigioso, es capaz de volar y planear alrededor de zonas boscosas o montañosas y olfatear los gases que producen los cuerpos fruto de la descomposición. Te sorprendería ver lo sociable que es dentro de su misma especie, por las noches se reúnen decenas de buitres para dormitar, lo cual es para ellos una costumbre social y no de protección, pues están en lo más alto de la cadena trófica, no tienen depredadores que les asusten.

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Águila blanca

Probablemente es el ave rapaz más famosa, lo hemos visto representado muchas veces en la iconografía norteamericana, pues es el emblema nacional de Estados Unidos desde 1782. También llamadas águilas calvas, proceden del norte de América y tienen un aspecto majestuoso que ha sido retratado infinidad de veces como símbolo de la libertad y el poder. Sin embargo, si hacemos un repaso de las aves rapaces, el águila blanca no tiene las mejores facultades, por ejemplo: no tiene olfato, lo que le dificulta mucho la caza de presas y así tampoco puede saber el estado de la carne que ingiere. Cuando tratan de pescar, es común que tengan problemas para elevar los peces más voluminosos, pues estas águilas tienen unas alas inferiores a las de otras rapaces y, por tanto, levantar el vuelo les resulta más difícil si mientras sujetan a una presa pesada. Son animales monógamos, una vez que encuentran una pareja sólo se aparean con ésta y deciden cambiar únicamente cuando fallece.

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Buitre leonado

Son una de las especies protegidas de la Península Ibérica y los podemos encontrar sobrevolando la meseta castellana, aunque cada vez menos porque la calidad de su entorno no les ofrece tantas posibilidades de alimento y supervivencia como en épocas anteriores. Su importancia para el ciclo de la vida es muy relevante, los buitres pueden alimentarse de restos de mamíferos y aves muertas en avanzado estado de descomposición, incluso con enfermedades infecciosas y contagiosas, y nada les detendrá ni les causará zozobra, pueden con todo. Esto hace que se conviertan en los limpiadores del hábitat, pues retiran del ecosistema cuerpos que pueden contagiar enfermedades o contaminar el entorno de otros seres vivos.

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Cernícalo americano

También se le llama halcón colorado, y es una de las aves rapaces más abundantes en todo el continente americano, por lo que no está en peligro de extinción. Se ha logrado domesticar, es muy adecuado para la cetrería porque es menos letal que otras aves rapaces y su tamaño pequeño le hace perfecto para su relación con el ser humano. Sus presas son generalmente aves vivas, como gorriones y estorninos, pero el valor del cernícalo le hace incluso enfrentarse a otras que igualen o dupliquen su tamaño y peso. Pese a ello, tampoco hacen ascos a reptiles pequeños, roedores o insectos, en especial saltamontes, por lo que tienen una dieta de lo más variada.

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Azor

El plumaje del azor es muy característico, con una trama grisácea, blanca y marrón, se le reconoce muy fácilmente. Es un ave rapaz de tamaño medio, lo que favorece que pueda buscar a sus presas allá donde las rapaces grandes no pueden acceder, en especial el territorio en el que se mueve como pez en el agua es la densidad boscosa, donde más seguras se sienten sus presas, bajo el cobijo de los árboles frondosos, el azor es capaz de pasar desapercibido, otear el manto y caer como un bombardero en picado para dar caza a pequeños mamíferos, aves e incluso reptiles, porque su gran cola le ayuda a mantener el equilibrio entre los árboles, funciona como un timón de su vuelo.

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