Quien tiene alguien de confianza para pasear a su perro tiene un tesoro. No es un asunto menor el hecho de dejar a nuestra mascota en manos de alguien con el que pasará mucho tiempo y que tendrá que mirar por él como si fuéramos nosotros mismos. Hay muchas ofertas de paseadores de perros, pero lo importante es dar con aquella persona que se ajuste a nuestras necesidades, y más especialmente: que encaje bien con nuestro perro.
Ocuparte de un perro cuando no está su dueño requiere de cierta responsabilidad, experiencia y saber hacer, y aunque a veces este trabajo está asociado a personas muy jóvenes que quieren sacarse un dinero extra, realmente atinar con el mejor paseador de perros responde a una serie de cuestiones que podemos evaluar, punto por punto.
Que le gusten (mucho) los perros
Puede parecer una obviedad, pero hay trabajos como esté que requieren de una vocación muy fuerte. Igual que para trabajar con niños muy pequeños requiere saber sintonizar con ellos, cuidar a perros ajenos también. Es una condición ineludible que al cuidador le gusten los perros, que tenga perro y, preferiblemente, que siempre haya tenido.
No es una cuestión caprichosa: los perros se comunican mayormente con lenguaje no verbal, ellos suelen ser bastante coherentes y claros, pero para comprenderlos correctamente hay que tener esa sintonía que solo se adquiere si se ha desarrollado amor por los canes y se ha convivido con ellos largo tiempo.
Si el perro tiene calor, tiene sed, siente miedo o puede entrar en conflicto con otro perro, son situaciones que los humanos podemos percibir perfectamente cuando estamos en sintonía con el mundo canino, pero que alguien que solo realice este trabajo por dinero no podrá discernir.
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Que comprenda cuánto quieres a tu perro
Ya es suficientemente duro tener que separarnos de nuestras mascotas. Tal vez durante la época post-confinamiento pudiste teletrabajar, pero esa etapa llegó a su fin y el tiempo que habías recobrado con tu mascota ahora es un vacío diario por más de 8 horas. Por este motivo, cada vez más personas recurren a paseadores de perros, para que les hagan compañía y socialicen al can en las horas en las que tú estás en el trabajo. ¿Pero qué hay del vacío que queda en ti?
Un paseador de perros que también tenga en cuenta tus sentimientos es oro. No hace falta mucho, sólo necesitas que te diga qué tal está, que te de un reporte constante de su ánimo, estado de salud y qué cosas hace. Probablemente todos los días serán las mismas explicaciones, pero un paseador que tiene en cuenta estos detalles es alguien de quien te puedes fiar, porque comprende que tu perro no es un animal cualquiera, sino que es un ser que genera preocupación, ilusión e interés en ti. Nada te hará más feliz que escuchar “se lo está pasando muy bien”. Por tanto, es de sobresaliente si tu paseador te envía fotos constantemente de tu perro: esta elección es un 10.
Conocer y sacar provecho al entorno
Nos guste o no, el lugar en el que se va a mover el paseador es muy importante, él debería conocer qué zonas hay en tu barrio para poder sacar el máximo provecho a los paseos. Qué lugares están masificados de perros y tal vez no es buena idea ir porque tal vez surgen conflictos, qué parques cercanos autorizan quitarle la correa al perro, dónde hace menos calor en verano, donde hay fuentes, qué recorrido tiene mejor suelo…
Puede parecerte una obviedad, pero nadie mejor que tú para saber qué camino tomar con tu perro y porqué, sin embargo no puedes explicar todas y cada una de tus decisiones al respecto, por eso es importante que el paseador se mueva como pez en el agua en tu barrio.
Seguro de cuidador
Hace una década los paseadores de perros eran una imagen que sólo habíamos visto en las películas americanas. Sin embargo, en la actualidad comienza a ser un trabajo como otro cualquiera. Por eso, existen seguros que se adaptan a los problemas que puedan surgir y a las necesidades del paseo con perros, de forma profesional.
Puede que tu perro en el día a día jamás haya presentado un problema que requiera de un seguro, pero ten en cuenta que en la mayoría de las ocasiones los paseadores tienen que llevar a varios perros de una vez, es posible que surjan conflictos entre ellos o que fruto de un descuido involuntario, un perro se meta en problemas y el paseador no logre ponerle solución de manera rápida. ¿Quién correría con los gastos veterinarios, o de daños a terceros? Un seguro es la garantía de que si algo le ocurre a tu perro, o él es el responsable de algún incidente, todo estará bajo control.
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¿Es mejor un cuidador individual?
Hay cuidadores que trabajan en parejas, y que a su vez llevan a varios perros. La típica imagen de una persona siendo arrastrada por la ciudad por un tropel de canes... ¿Esto es bueno o malo? ¿Es preferible que se centre en tu perro? Esta es una decisión que debes tomar tú en función del temperamento y la necesidades concretas de tu perro, sin embargo, hay algunos consejos que podemos darte.
Lo más importante a tener en cuenta es que los perros son animales gregarios, y llevan esta condición en los genes, la sangre y en cada molécula de su cuerpo. Por tanto, les apasiona la compañía y formar parte de un grupo. Si tu perro forma parte de una manada de varios canes y hay dos personas a su cargo, teóricamente no podría ser más feliz y probablemente lo pase infinitamente mejor que si va solo. Socializar es enormemente saludable para los perros.
Por otro lado, que una persona se responsabilice de varios perros a la vez son palabras mayores, lo cual en teoría es una muestra de que sabe lo que hace y que tiene la suficiente experiencia, carácter y gusto por los perros, como para hacer este trabajo a la perfección, así que probablemente estemos ante un profesional que sabe lo que hace.
Existe un caso en el que no es recomendable que haya más de un perro, el tuyo. Cuando la edad de tu can sea elevada. Los perros ancianos necesitan ir a otro ritmo, pueden tener más reparo a ser empujados o entrar en conflicto con otros perros más jóvenes, y probablemente seguir la corriente de una manada pueda generar estrés y no ser de su agrado.
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