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Aunque cada vez existe más concienciación respecto al bienestar animal, lo cierto es que todavía resulta difícil denunciar según qué comportamientos lesivos para los animales. Cuando nos referimos a maltrato animal tenemos que echar mano de cada una de las legislaciones de protección a los animales que hay en las 17 comunidades autónomas españolas, en las que según el territorio existen distintos preceptos, condicionantes y multas.
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Para comprender qué significa el maltrato animal en nuestra legislación nacional basta con hacernos una pregunta ¿se puede ir a la cárcel por dañar o matar a un animal? La respuesta es no. Las sanciones en todo caso son administrativas y económicas. Aunque la nueva Ley de Bienestar Animal establece que una persona que haya maltratado o dañado a un animal, de ser juzgada y condenada por ello, no podrá ser titular en el registro a cargo de otros animales. Lo que en la práctica no sirve de mucho.
Las asociaciones de protección a los animales, refugios y demás entidades de la sociedad civil se han quejado de que la última normativa respecto al bienestar animal no aporta medidas prácticas, pues no clarifica cómo perseguir a quienes maltratan a los animales, dejando en un limbo la vulneración a los animales. La nueva ley tampoco es clara con los medios que se ponen en marcha para evitarlo, por lo que las asociaciones estiman que las medidas coercitivas podrían ser nulas.
España lleva muchos años copando el ranking de los países europeos con las mayores tasas de abandono y maltrato animal. Aunque en las urbes existe una mayor concienciación sobre el bienestar de animales de compañía, a nivel nacional España suspende en su tratamiento a los animales. Siendo las comunidades con mayor índice de abandono y maltrato Andalucía, Castilla y León y Castilla La-Mancha.
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¿Cuándo un animal está sufriendo maltrato?
Siempre que el animal esté viendo limitada su salud, sus necesidades básicas y su comportamiento natural, se podrá determinar que está siendo maltratado. Por ejemplo, obligar a un perro a ponerse de pie, y caminar como un humano de forma reiterada, contra su naturaleza, es una forma de maltrato, pues le produce estrés, dolor y graves problemas de percepción del entorno. Puede que hayas visto vídeos en redes sociales con perros caminando a dos patas, generalmente las condiciones en las que son adiestrados y obligados a seguir esta postura implica maltrato. Este es un ejemplo pequeño, pero significativo de a qué nos referimos cuando explicamos que maltrato es limitar su comportamiento natural, además de las agresiones con violencia más evidentes.
Por otro lado, como recoge la nueva Ley de Bienestar Animal y otras normativas europeas, privar a un animal de alimento, agua, aire libre, espacio para desarrollarse, socializar y ejercitarse, son limitaciones a su vida que implican maltrato, pues ponen en riesgo su desarrollo y atentan contra su bienestar. De la misma manera, privar a un animal a nuestro cargo de acceso al veterinario, en el caso de que sufra dolor o enfermedad también es una causa de maltrato.
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Formas de denunciar una situación de maltrato
Depende mucho de si vivimos en un entorno rural o urbano, o en qué comunidad autónoma vemos el acto de maltrato. En entornos rurales la Guardia Civil tiene unidades específicas que acuden ante una situación en la que estén implicados animales, en la ciudad generalmente se ocupa la policía municipal o local (pues las agresiones a los animales es una competencia local, del ayuntamiento), y si el problema está vinculado a hechos de altísima gravedad o sobre varios animales a la vez, sería la Policía Nacional la encargada de acudir. En todo caso, siempre que dudes, ten en cuenta que una llamada al 112 puede servir de filtro, ellos te dirán a dónde acudir o te derivarán al cuerpo indicado.
Si no te es fácil recurrir de primeras a los cuerpos de seguridad del Estado, puedes tener en cuenta pedir ayuda a las asociaciones protectoras de animales de tu zona. Ellos generalmente tienen experiencia tramitando casos con la policía y pueden asesorarte, ayudarte a documentar el caso y ponerse en contacto directamente con el cuerpo de seguridad indicado.
Ante cualquier conflicto en la que los animales sean víctimas, podrás encontrarte con el problema de que los perros, gatos y demás animales no pueden testificar, no se quejan fácilmente, no explican quien les agredió ni cómo fue. Por lo que debes grabar o hacer fotos de la situación para poder reconstruir lo ocurrido, y que este material sirva de prueba documental ante una denuncia o un juicio.
También puedes pedir la declaración jurada de las personas que presencien el abuso o maltrato, bien sean vecinos o personas que pasen por ahí. Para ello deben redactar su visión de los hechos, y firmarlo manualmente aportando su DNI y número de teléfono, para poder ser contactados en caso de un atestado policial.
Es muy importante que ante una situación de maltrato no seas tú quien se enfrente directamente con la persona que ejerce esta situación. Por un lado, podría ser peligroso, y por otro, al verse interpelado podría borrar los indicios, ocultar aún más este abuso y hacer más inaccesible a la policía el entorno de los hechos.
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