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Los orígenes de esta raza de perro están vinculados al pastoreo, durante siglos ha sido el perro más solicitado para cuidar a los rebaños y en el entorno rural de Euskadi, sin embargo, cada vez han sido menos requeridos para estas tareas a raíz de la industrialización de las fincas, y el lugar de este perro poco a poco se ha ido trasladando al hogar. Pese a ello, es una raza que actualmente trata de ser recuperada. Existen asociaciones que tratan de evitar que se pierda la presencia del pastor vasco, y que buscan llegar a un número suficiente de individuos que garantice su continuidad.
La gran sorpresa: son dos razas en una
Cuando tratamos de conocer la antigüedad de las razas de perro en muchas ocasiones es necesario revisar las obras de arte, igual que ocurre con los lebreles encontrados en las pirámides egipcias, también hay vestigios del pastor vasco en obras pictóricas.
En este caso, el pastor vasco es un perro autóctono de Euskadi, sin embargo cuesta mucho determinar cuando se asentó, y tampoco está claro de dónde provenía. Se han encontrado cuadros del siglo XVI donde ya se identifica esta raza, aparecen perros con la apariencia del pastor vasco en pinturas de caza de artistas del País Vasco, por lo que a la hora de datar esta raza los especialistas se basan en esa fecha.
Sin embargo, una peculiaridad del pastor vasco es que existen dos tipos muy diferenciados. Por un lado encontramos la variedad gorbeiakoa, con el pelo suave y corto, y por otro el pastor vasco ilestsua, de pelaje duro y ondulado. A simple vista lo único que les diferencia es el pelo. ¿Pero qué pasa si a ambos se lo contáramos? El resultado es que no son tan semejantes. La gran paradoja tiene una explicación: aunque a ambos se les denomina como pastor vasco (o euskal artzain txakurra), lo cierto es que son razas distintas.
Tal vez por ese motivo la Federación Cinológica Internacional, encargada de catalogar y certificar las razas de perro a nivel mundial, aún no se ha decidido a registrar esta raza entre las oficiales. Por el contrario, la Real Sociedad Canina de España sí realizó esta validación, admitiendo al pastor vasco en su registro en 1995, teniendo en cuenta ambas apariencias, tanto el gorbeiakoa como el Iletsua.
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Lo que une a la variedad 'gorbeiakoa' e 'iletsua'
Aunque esta raza de perro son dos, sí es cierto que ambas variedades del pastor vasco mantienen una serie de características morfológicas comunes y estables. Se trata de un perro de complexión atlética, de tamaño medio-grande. Su cuello no es largo, pero sí musculoso, pecho profundo, y extremidades fuertes. Su manto es de color canela o leonado, aunque la variedad gorbeiakoa es más rojiza.
Los ojos del pastor vasco son ovalados, medianos, y suelen encontrarse en color ámbar o marrón. Sus labios no son colgantes, están pigmentados en negro, y su cabeza es alargada, recuerda a un pastor alemán, pero también a un retriever.
Tienen un temperamento muy similar, sin apenas variación entre las dos variedades. Como buen perro pastor es muy buen compañero, son perros que buscan ser útiles. En su constante observación del medio nunca bajan la guardia a la hora de reconocer el estado de los miembros de su manada, bien sea un rebaño o una familia. Si alguien se pierde, sufre o necesita protección, allá irá el pastor vasco.
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Un carácter paciente, activo y leal
Son animales muy activos, despiertos, curiosos y responsables. No se entretienen en discusiones sin objetivo, son serios y equilibrados. Por eso sirven tan bien para cumplir su función en el entorno rural y por eso resultan un compañero tan apacible en el hogar. En el entorno doméstico son perros tranquilos pero a la vez muy estimulantes, porque necesitan su ración de ejercicio y de actividad mental.
Esta raza de perro no está incluída en el famoso ranking de inteligencia de Stanley Coren, porque su raza no era lo suficientemente común para tenerla en cuenta. Sin embargo, no es difícil comprender que se trata de un perro con un nivel de memoria, interés y responsabilidad suficiente para denotar una inteligencia alta. Aprenden muy rápido, recuerdan bien las pautas, saben aplicar lo aprendido y sorprenden con un comportamiento resolutivo. Es importante, por tanto, mantener su mente activa, lo cual no solo es una ventaja sino una necesidad, un pastor vasco sin motivación puede empezar a canalizar su necesidad de actividad en forma de ansiedad.
Como no podría ser de otra forma, los pastores vascos son buenos perros para la convivencia con niños, pues son conscientes de la jerarquía de su entorno: siempre apelarán a su humano de referencia, y tratarán a los niños con lealtad protectora. No pierden los nervios con facilidad, son cuidadosos, vigilantes y divertidos. Pero son capaces de no entregarse por completo una espiral de juego, por lo que siempre controlarán muy bien sus instintos y fuerzas, para no dañar al niño si la actividad se desboca.
Ten en cuenta sus cuidados y salud
Esta raza de perro puede llegar a pesar 33 kg, aunque las hembras estarían más bien en los 17 kg. Es un perro medio-grande, con una esperanza de vida de hasta 15 años. Por su complexión atlética y carácter activo, necesitan vivir con personas que les den el suficiente aliciente físico: paseos, carreras y juegos. Pero a la vez disfrutan mucho en entornos familiares numerosos, donde poder interactuar con varios individuos y mantener su propio recuento constante de quienes tiene delante: como buen perro pastor.
Es un perro muy resistente, de ahí que llegue a vivir hasta 15 años con este peso (hasta 33 kg) y tamaño (hasta 63 cm). No tiene enfermedades genéticas reconocidas, tan sólo es necesario que se ejercite diariamente y que asista a sus revisiones veterinarias periódicas.
