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© Adobe StockUn perro egipcion muy ibérico
Si te paras un momento a apreciar cómo eran las inscripciones del antiguo Egipto y cómo representaban a los perros o personas con cabezas caninas, descubrirás que el perfil de los podencos se utilizó para ilustrar las pirámides y los papiros. No en vano, los podencos proceden de Egipto, sin embargo fueron los fenicios quienes diseminaron su estela en todo el Mediterraneo, donde los podencos se asentaron específicamente en Italia, Malta y la península ibérica. Actualmente es España y Portugal la zona en la que se centran la mayoría de tipos diferentes de podenco con los tipos valenciano, ibicenco, andaluz y canario.
© Adobe StockPerro del Faraón
Actualmente este es el tipo de podenco británico, sin embargo su origen procede de Malta. Morfológicamente no difiere demasiado de la variedad orginal, la del etna, sin embargo estos perros suelen tener los ojos de color ámbar, lo cual delata la variedad del faraón. Son perros con un olfato por encima de su raza, por lo que han sido utilizados en Inglaterra durante siglos como perros de caza tanto en el ámbito rural como en las cacerías de la nobleza.
© Adobe StockPortugués
Llegó a Portugal de la mano de los fenicios, y este podenco se desarrolló como es hoy ya en el siglo XV, cuando se les utilizó para buscar ratones en las urbes medievales del país luso. Se trata de un tipo de podenco más pequeño, suele tener un pelaje que en ocasiones hace desdibujar o camuflar los rasgos típicos de su raza y podrían llevarnos a equívocos a la hora de reconocerlo. Es un perro muy fiel, cuidador y atento con la familia.
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© Adobe StockCanario
Este tipo de podenco tiene una apariencia más pequeña o gruesa de lo que serían los podencos clásicos, además sus orejas suelen ser más grandes que las de otros ejemplares. El podenco canario procede del archipiélago aunque fue introducido allí por los griegos, se estima que vive en las islas desde hace más de 7.000 años, por lo que es un habitante puramente autóctono. Su manto es corto y liso, y suele tener combinaciones entre naranjas y rojizas, atravesado generalmente por una franja blanca en su zona inferior.
© Adobe StockIbicenco
Aunque la mayoría de los tipos de podencos tienen denominaciones españolas: valenciano, canario o andaluz, se estima que el ibicenco es el que representa a la raza nacional. Aun así, es muy similar al canario. Se trata de un tipo de perro más bien pequeño/mediano, con un manto corto, en tonos rojos y blancos. Se cree que llegó a las baleares hacia el 3.400 a.C., traído por los romanos. Es un perro cazador por antonomasia, muy rápido y con un olfato extraordinariamente desarrollado.
© Adobe StockAndaluz
Mientras que otros tipos de podenco están más enfocados a la caza menor, o como en el caso del portugués, que se centró en la caza de ratones, el andaluz es un podenco que se aprovechó para la caza de jabalíes, además de patos y conejos. Existen tres tipos de podenco andaluz, el grande, mediano y pequeño. Es un perro de gran resistencia, muy rápido y extraordinariamente decidido, nunca duda en darlo todo para perseguir y derribar a una presa. Pese a ello, se trata de un perro amable y fiel con la familia, pero requiere un adiestramiento significativo para minimizar su carácter defensor y territorialista.
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© Adobe StockValenciano
Sin duda los podencos son una raza de perro muy antigua y que llevan conviviendo con los habitantes de la península ibérica desde épocas remotas. El podenco valenciano, que también se denomina xarnego, se estima que ya habitaba la península desde el neolítico. Es un perro entre mediano y grande, con el cuello algo más alargado que otros tipos, patas muy fuertes y actitud muy cazadora. Se puede ver con pelajes muy distintos, desde tonos más oscuros (marrón) a los más claros (canela), además de la posibilidad de que presente manchas.
© Adobe StockEtna
Tras su origen egipcio, los podencos llegaron a Italia, y desde ahí viajaron hasta la península dando como resultado multitud de tipos, que son los que tenemos repartidos en el sur-este de la península ibérica e islas. Sin embargo, si nos detenemos a apreciar las peculiaridades del podenco italiano, de la variedad etna podemos destacar que se trata de un perro muy espigado, casi podría confundirse con un galgo salvo por cierto grosor de la zona superior de su tórax, y alguna diferencia morfológica en el ancho de su cráneo. Es un perro extraordinariamente ágil, muy cazador, y generalmente presenta tonos ocres. Este tipo se podría entender como la raíz original del podenco, más similar a como era miles de años atrás.
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© Adobe StockManeto
Este tipo de podenco es fruto de una mutación genética que ha sido la responsable de desarrollar un alargamiento superior a la media en su columna, lo que se denomina “bassetismo”. De hecho, los perros salchichas son referidos en inglés como basset hound por esta anomalía en la longitud de su columna y el acortamiento de sus piernas. Este tipo de podenco guarda, por tanto, cierta similitud al perro salchicha, sin embargo la entidad internacional que cataloga y reconoce las razas de perro todavía no ha declarado como reconocido este tipo de podenco. Su procedencia es andaluza, y pese a su distinta morfología, no deja de ser un podenco cazador, con un olfato agudo y una actitud muy centrada en la búsqueda de presas.
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© Adobe StockCazadores, fieles y sobrios
Los podencos son unos de los perros más cazadores que podemos encontrar, su olfato, agilidad y predisposición para no perder de vista a la presa convierten a esta raza en una de las favoritas de las veladas de caza de la nobleza británica y de los cazadores rurales del mediterráneo. También, tiene una elegancia natural en su porte físico, de colores generalmente claros, marrones, canela o tonos ocre. Transmiten belleza y una actitud muy sobria. Son buenos compañeros, fieles y atentos, pero necesitan cierto adiestramiento para no sacar su vena cazadora a la primera de cambio.
