Si te fijas en tu perro o gato mientras duermen, muchas veces les verás hacerlo tan plácidamente que sentirás una sensación de sueño instantáneo al contemplarle, incluso apreciarás como esbozan una leve sonrisa de felicidad. Muchas veces parece evidente que están soñando, se mueven y reaccionan a lo que creemos que son sueños. Y no cabe duda: algunas veces parecen felices, otras agitan la patas y gruñen. Entonces, ¿de verdad los perros y gatos sueñan?
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Deidre Barret, profesora de psicología clínica de la Universidad de Harvard ha dedicado su vida a investigar el contexto científico de los sueños y ha llegado a interesantes conclusiones sobre las fases de sueño de los animales. Por eso, ha podido trazar teorías que delimitan qué podrían soñar nuestras mascotas. Aunque nunca podremos saber con completa exactitud el contenido de esos sueños, pues por desgracia nuestros amigos peludos no hablan.
Sin embargo, se pueden analizar las fases de sueño de perros y gatos, sus ciclos, actividad cerebral, movimientos involuntarios y duración. Con esa información es posible encontrar similitudes con el ser humano. Así la investigadora de Harvard ha logrado trazar una panorámica de los sueños de canes y felinos.
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Antes de nada: ¿Qué son los sueños?
Pero antes, comprendamos un poco mejor qué significan los sueños. A fin de cuentas, el objetivo es establecer una relación entre las fases de sueño de perros, gatos y humanos. Si dejamos claro para qué existen los sueños y cómo funcionan, podremos comprender mejor qué función pueden tener en perros y gatos.
Aunque cuando soñamos tenemos la percepción de que existe un mensaje críptico que trata de calar hondo en nuestro ánimo, y que podremos despertarnos con una epifanía reveladora, o asustados por una pesadilla, lo cierto es que los sueños hace mucho que se identificaron por la ciencia como una consecuencia de las fases de mantenimiento del cerebro.
Durante el sueño el cerebro inicia procesos de asentamiento de nuestros recuerdos y aprendizajes. Todo lo que hemos vivido a lo largo del día busca su lugar en nuestro cerebro: se cohesionan las conexiones sinápticas entre conceptos, se refuerzan ideas y se apaciguan procesos de pensamiento. Además, si vivimos en una época estresante o incluso con ansiedad, estas conexiones sinápticas pueden heredar un efecto de intranquilidad en nuestros sueños, fruto de que nuestro día está plagado de estos conceptos y el cerebro trata de digerirlos.
Los sueños, por tanto, no son una película que trate de entretenernos, avisarnos o generar un mensaje. Sino que es el efecto secundario del trabajo del cerebro, y por sí mismos no tienen un sentido coherente ni útil. Aunque por tratarse de la trastienda de nuestra psique, sí pueden evaluarse con algunos resultados por un analista.
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¿Pero qué sueñan los perros?
Según Barret, los perros sueñan con dos cosas. La primera eres tú. Para los canes su humano de referencia es tan importante que marca el eje fundamental de sus días, su sentimiento de seguridad, su distracción, aprendizaje y supervivencia. Por esa razón, que no deja de ser profundamente primaria, el perro sueña con su dueño.
En concreto, la investigación de Barret revela que los perros recuerdan en sueños el rostro y el olor de su dueño. ¿Te resulta curioso que precisamente sea el olor? Lo cierto es que para los perros este sentido está tan agudizado y es tan importante como para el ser humano la vista. En su rutina los perros se mueven en un universo de olores que el ser humano jamás podrá imaginar, y es precisamente este sentido el que reacciona en los experimentos a la hora de analizar los impulsos nerviosos del cerebro de los perros mientras sueñan: sus historias nocturnas huelen.
Por otro lado, se ha determinado que los perros sueñan con una segunda cuestión: paseos, carreras y juegos. En especial cuando a lo largo del día han realizado ese tipo de actividad física, es en la fase REM del sueño en la que mueven las patas y parecen replicar de alguna manera las vivencias realizadas durante la jornada.
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¿Los gatos también sueñan con sus dueños?
La respuesta es no. Por mucho que los gatos mantengan una relación de estrecha cercanía con sus dueños, éstos no son el eje de sus fases oníricas, por lo que si sueñan con humanos es de forma coyuntural y no tanto como una costumbre.
Los felinos, al igual que los perros, mantienen una serie de ciclos de sueño similares a los humanos que les permite llegar a la fase REM y ahí asentar vivencias del día a día. Sin embargo, tanto felinos como canes tienen fases más veloces porque viven en una contínua actitud de ahorro de energía. Cuando están ociosos generalmente se quedan dormidos. Esto hace que los gatos duerman entre 12 y 16 horas al día. Sin embargo son capaces de despertar de forma veloz y no sentirse turbados por la ruptura de las fases profundas de sueño.
Los estudios que analizan las zonas de su cerebro activadas durante el sueño han revelado que los gatos sueñan con la caza, sus instintos depredadores se activan cuando duermen para instaurar los patrones que han funcionado durante el día. Sin embargo, los gatos domésticos no necesitan estas enseñanzas, pues su vida no consiste en la caza, simplemente en el juego.
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