Una de las decisiones más importantes que tendremos que tomar si tenemos una mascota en casa será la de si esterilizamos o no a nuestro amigo de cuatro patas. Se trata de un procedimiento muy habitual por los beneficios que aporta, no solo para limitar la capacidad de reproducción, sino también para evitar comportamientos indeseados o problemas graves de salud.
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¿Por qué es bueno esterilizar a nuestras mascotas?
Una de las ventajas principales de la esterilización es la prevención de enfermedades en las que las hormonas sexuales suponen un factor condicionante negativo, como es el cáncer de mama, uno de los tumores más frecuentes en las hembras.
“Al realizar la esterilización antes del primer celo, la probabilidad de aparición de estos tumores baja al 0,5%; si la realizamos entre el primer y el segundo celo, esa probabilidad aumenta al 9%, y entre el segundo y el tercer celo la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama es del 26%”, comenta Jose Ignacio Ballester, veterinario del Servicio de Cirugía de mínima invasión de AniCura Velázquez Hospital Veterinario.
También puede ayudar a controlar algunas enfermedades del aparato reproductor, como la infección de útero, que suele afectar al 25% de las hembras no esterilizadas antes de los 10 años. Pero esta intervención no está exenta de riesgos.
Como nos explica el experto, el comportamiento de la mascota también puede cambiar cuando se la esteriliza. Por ejemplo, la conducta sexual de las hembras desaparece definitivamente evitando el marcaje, la atracción hacia los machos y la agresividad durante el celo. En los machos la monta disminuye alrededor del 70% en perros castrados evitando el marcaje territorial, la agresividad intrasexual y la agresividad competitiva.
Pero, como decíamos, pese a que se trata de una práctica habitual en la rutina veterinaria, pueden aparecer complicaciones, que es conveniente que el propietario de la mascota conozca. Estas son las que nos detalla José Ignacio Ballester.
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¿Hay riesgos para los machos cuando se castran?
Los principales inconvenientes de realizar una esterilización temprana son:
- Desarrollo de incontinencia urinaria si se realiza antes de los 3 meses aumenta significativamente la probabilidad de desarrollarla hasta un 13%, si se realiza entre los 3 meses y los 8 meses la probabilidad disminuye a un 5%, mientras que si se realiza después de los 12 meses la esterilización no influye en el desarrollo de esta patología.
- Las hormonas sexuales tienen un efecto protector en la estructura ósea de nuestros animales durante la fase de desarrollo. Las esterilizaciones muy tempranas, antes de los 8 meses de edad, pueden inhibir la proliferación de los osteoblastos (células encargadas del desarrollo y crecimiento de los huesos) y aumentar el riesgo de padecer Osteosarcoma, más frecuente en machos.
- Tras la esterilización sobre todo en hembras, se puede producir un aumento de peso debido a que los estrógenos regulan la saciedad a nivel del sistema nervioso central. Se produce una reducción del índice metabólico y de las necesidades energéticas de los animales castrados por lo que tiene más probabilidades de padecer sobrepeso.
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¿Cuál es el riesgo para las hembras?
Como decíamos, se puede producir un aumento de peso debido a que los estrógenos regulan la saciedad a nivel del sistema nervioso central. Se produce una reducción del índice metabólico y de las necesidades energéticas de los animales castrados por lo que tiene más probabilidades de padecer sobrepeso.
A los riesgos comentados anteriormente, podemos sumar los quirúrgicos, tanto en gatos como en perros, hembras y machos, los siguientes:
- Infección de la incisión por lamido o mordeduras.
- Hemorragias: esto suele ocurrir si se realiza el procedimiento en proestro/estro (fases del ciclo reproductivo) en animales de gran tamaño o con sobrepeso.
- La incompleta extirpación de un ovario puede originar el síndrome del ovario remanente, el ovario derecho se ve más afectado al estar localizado más profundo.
- Riesgos anestésicos, sobre todo, si se realizan a edades muy tempranas como hipoglucemias o hipotermias.
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