Es normal que tengamos un miedo instantáneo a la palabra “medusa”, pues un simple roce con ellas puede arruinarnos las vacaciones en la playa. Estos celentéreos son seres que parecen no aportar ningún beneficio práctico al ser humano y sí muchas preocupaciones para los bañistas. Sin embargo, se trata de una especie animal que lleva en el planeta desde mucho antes de los dinosaurios, hace 500 millones de años ya había medusas en la Tierra. ¿Te imaginas tener una o varias en casa como mascota?
Se trata de una especie marina que, en su inmensa mayoría de razas, se alimenta simplemente de plancton y que no tiene conocimiento ni intención de agredir al ser humano. Por ello, si podemos abstraernos un poco sobre la incomodidad de las playas, podemos encontrar en ella una auténtica belleza. Pues las medusas son animales con un aspecto realmente cautivador y muy elegante. Su forma de nadar incita a cierta paz interior, son casi hipnóticas.
Hasta hace unos años solo era posible admirarlas en zoológicos marinos, sin embargo a lo largo de la última década se está popularizando disponer de acuarios específicos para ellas, lo que da la oportunidad de tenerlas en casa como mascotas.
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Cuidado con los acuarios: no sirven
La palabra exacta para designar acuario de las medusas no es tal, sino que se trata de un medusario. Pese a que las medusas parezcan animales todo-terreno en la playa, lo cierto es que son muy sensibles y solo pueden sobrevivir en un entorno muy controlado.
Las medusas no podrían conservar la vida en un acuario convencional, con otros peces, corales y demás. Necesitan un entorno específico, pero lo más importante es que el flujo de agua sea constante, es decir, que no exista una corriente de agua provocada por el sistema de filtración, lo que las absorbería, quedando succionadas y trituradas por el filtro. La medusa se mueve plácidamente acunada por la corriente, y por esta razón un acuario clásico no les sirve.
Por otro lado, necesitan una temperatura entre los 15º y los 25ºC. Son una especie marina de aguas cálidas, de ahí que nos sobresalten en pleno verano. Por esta razón sería necesario que el medusario esté conectado con un sistema de climatización que siempre mantenga la temperatura del agua constante.
Longevidad extrema en cautividad
Uno de los problemas para la vida de las medusas es que en un entorno natural se ceban, pueden comer sin límite porque no tienen saciedad. Su alimento es el plancton (zooplacton y fitoplacton), y la máxima ingesta puede acabar menguando su esperanza de vida. Por esta razón las medusas salvajes viven alrededor de 12 meses.
Sin embargo, en un entorno controlado como el medusario, pueden llegar a multiplicar por cuatro esta longevidad. Aunque depende de la raza en concreto, te sorprendería saber que existen más de 200 tipos de medusas y que cada una tiene un aspecto físico muy diferente, así como una esperanza de vida distinta.
Alimentarlas en el hogar es muy fácil, simplemente hay que administrarles una sola toma diaria de pienso seco, muy poca cantidad, y así la medusa ya tendrá los nutrientes necesarios. Son animales que realmente pueden vivir con muy poco alimento dado que no realizan un ejercicio constante ni complejo, sus movimientos son instintivos tomando como referencia la corriente del agua, por lo que no nadan, sino que se dejan fluir.
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Cómo tener una medusa en España
La legislación española no pone ningún tipo de impedimento para tener una medusa o varias en casa. Sin embargo, no existen muchas opciones de comercialización de medusarios o de medusas para el hogar. Recientemente se fundó en España una empresa dedicada íntegramente a esto, llamada Medusea. Ellos comercializan todo lo necesario y hacen pedidos a toda España.
El medusario más pequeño, de 23 litros, puede albergar hasta cinco medusas, en concreto las del tipo Aurelia aurita, que es la más fácil de cuidar y que, por tanto, garantiza un mejor resultado para las personas que se inician en este mundo. Aunque esta empresa también ofrece otros tipos de medusa: Cassiopea, Amakusa, Ortiga del Pacífico y Cannonball (entre otras).
Sus ejemplares no son captados en el medio natural, sino que todos ellos se han criado en cautividad. Sin embargo, las medusas no son ni mucho menos una especie en peligro de extinción o con una normativa que las proteja, pues se encuentran en la naturaleza de forma común.
El precio de un medusario pequeño es de alrededor 300 euros, y cada medusa puede costar entre 25 y 60 euros, en función del tipo. Sin embargo, para algunas razas hay lista de espera pues su disponibilidad depende de la cría.
¿Qué aporta una medusa en casa?
El espectáculo de tener una o varias medusas en casa equivale a pocas experiencias con mascotas. La forma de fluir de estos animales genera un sentimiento de paz indescriptible, sus movimientos son muy estilizados, casi como una bella coreografía marina. Por el tipo de piel de su cuerpo, cuando se les ve nadar en la oscuridad pero bañadas por cierta luz pueden resultar un espectáculo hipnótico.
La iluminación del medusario es tanto o más importante que la del acuario. Estos recipientes vienen con una capa de luz que rodea los bordes y que puede cambiar de color a nuestro gusto: blanca, azul, morado, etc…