Aunque los gatos tienen fama de ser animales ariscos a la hora de dejarse cuidar, lo cierto es que su carácter no tiene porqué suponer un impedimento a la hora de realizar sobre ellos actividades de aseo, pese a su fobia natural al agua y a verse inmovilizados en estas situaciones. Todo depende del temperamento concreto del gato en cuestión, de sus hábitos de sociabilidad y de quién sea la persona que le manipule para realizarle el corte de pelo.
Cierto es que son más difíciles que los perros, porque son menos dóciles. En su mente no se tiene en cuenta que tú tengas un derecho especial a manipular su cuerpo ni a intervenir en favor de su limpieza, su salud o apariencia. A priori, un gato nunca sentirá que tienes derecho a nada sobre él, a diferencia de los perros, que confían en el líder de la manada, en este caso tú.
Que el gato no perciba tu intriga
La primera frase que te vendrá a la mente antes de proceder a cortar el pelo a tu gato es “¡Seguro que es imposible!”. Es importante que el gato no perciba tus dudas sobre si el corte de pelo saldrá bien o será un absoluto desastre. Realiza los pasos que te proponemos con decisión, sin estrés y piensa en todo momento que todo requiere experimentación, ambos vais a enfrentaros a una experiencia nueva, pero eres tú quien marca el ritmo.
Lo primero que debes hacer es permitir a tu gato que se familiarice con los instrumentos que vas a utilizar. Si son nuevos o prestados, probablemente causen mucha curiosidad en el felino, y si no gestionas bien esta situación la curiosidad puede tornarse en rechazo. Permítele que las huela, que las observe y que incluso juegue con ellas. En unos minutos se habrá familiarizado.
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Está claro que cuanto mejores sean estas herramientas, mejor trabajo harás y, lo que es más importante: más rápido y antes terminarás. Uno de los secretos de los peluqueros de mascotas es que cuentan con un instrumental que se ajusta perfectamente a sus necesidades y pueden realizar cortes o limpiezas de forma efectiva y certera. Si el instrumental que utilizas no es el adecuado tardarás mucho más, tendrás menos precisión y al final el gato se revolverá, discutirá y pegará un brinco para escaparse en cuanto menos te lo esperes.
Además, es muy importante tener en cuenta que el gato debe permanecer inmóvil durante el proceso de corte de pelo, debes buscar una forma de inmovilizarlo, porque si el gato se se mueve será que el corte de pelo sea uniforme. Y lo que es peor, si el gato no para quieto, la experiencia para ambos será más estresante y no querréis repetirla.
En el mejor de los casos, lo más recomendable es tender una toalla en una cama, sofá o mesa, y esperar a que sea el propio gato el que se sitúe sobre ella, de forma voluntaria. Sólo si el gato hace imposible el proceso se le puede retener con la propia toalla, envolviendo su cuerpo y tratando de dejar al descubierto las zonas sobre las que quieres operar, para ello te hará falta la colaboración de otra persona.
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Aprovecha que juegas en casa
Un truco que como dueño podrás utilizar consiste en aprovechar la familiaridad y confianza que mantienes con tu gato. Así puedes empezar por donde creas que a él le produce menos rechazo o, incluso, donde le resulta más placentero. Un buen masaje en la espalda es algo a lo que pocos gatos se resisten, puedes empezar enmascarando el corte de pelo en lo que sería un masaje encubierto de su espalda, y empezar a cortar así, haciendo que él se familiarice con la sensación fusionada de masaje y corte.
Si nunca le has cortado el pelo no te desesperes cuando percibas que se está incomodando y que no te permite avanzar. Esta guerra la tienes que ganar batalla a batalla. Primero una zona, la más fácil, y luego podéis hacer un breve descanso, y continuar pasados unos minutos. No agobiar en exceso al gato es muy importante, si generamos una situación de estrés estaremos construyendo un muro para la próxima vez que lo intentemos. Más vale muchos momentos breves de efectividad que un solo bloque largo de caos.
No te vamos a descubrir nada nuevo, pero ofrecer chuches a los gatos también es una forma muy recomendable para mantenerlos atentos y entretenidos durante el corte de pelo. Ten en cuenta que las primeras veces que lo hagas serán las más difíciles, tanto para ti como para él. Tú no sabrás qué ángulos tomar, estarás aprendiendo realmente a realizarle un corte, mientras que para el gato también es una experiencia nueva y por la incomodidad de verse inmóvil su primera reacción será huir. Pero si las primeras veces se ve entretenido por las recompensas puede que en siguientes ocasiones esta ayudas no sean necesarias.
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