Decidir qué mascota tendremos no es una elección que tomar a la ligera, cada animal tiene un comportamiento muy diferente y atiende a unos instintos y patrones que pueden resultarnos sorprendentes si no tenemos en cuenta la personalidad de cada especie. De la misma forma que es muy diferente tener un perro o un gato, los conejos tienen un comportamiento único.
Para entender el comportamiento de un conejo debemos comprender que ellos no son cazadores, como sí lo son los perros y los gatos. Los conejos son presas, y como tal se comportarán siempre. Es casi imposible desligar de un conejo ese incesante instinto de supervivencia que interfiere en todos sus actos y decisiones.
Los conejos son animales que permanecen alerta la mayoría del tiempo, aun cuando crees que están relajados, el conejo lleva un reloj interno que siempre le avisa de que el peligro podría acecharle, aún cuando se trata de un conejo doméstico que jamás haya percibido un peligro real ni haya tenido contacto con otros conejos de los que aprender este comportamiento por imitación.
No es extraño que el conejo de Alicia en País de las Maravillas fuera un conejo estresado, que corría sin parar revisando su reloj. Los conejos reales tienden a reaccionar de forma rápida y en ocasiones muy brusca cuando perciben el peligro: escuchan un ruido o creen que un animal desconocido podría entrar en escena. Su instinto les pide correr y ponerse a salvo.
Los conejos prefieren estar en el suelo, o si es posible: debajo de éste. Por esa razón, les genera mucha ansiedad verse en superficies altas y al descubierto. Los conejos prefieren los escondites angostos, oscuros y lejos de la atención. Por tanto, para cuidar bien de tu conejo lo mejor que puedes hacer es fomentar su tranquilidad, hablarle con dulzura y sin un volumen elevado, y favorecer que disponga con escondites secretos para que sepa que siempre podrá estar seguro cuando lo necesite.
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¿Los conejos socializan bien?
En comparación a un perro o un gato, los conejos son animales que no comprenden bien la existencia del ser humano, y menos la amistad con éste. La relación entre humanos y perros y gatos se basa en cierta reciprocidad y se saben dependientes, guardianes y hasta cierto punto compañeros, sin embargo los conejos no atienden a estos tipos de comportamientos y, por decirlo de alguna forma: van por libre.
El carácter de un conejo que ha sido criado en el mismo hogar desde su nacimiento es muy diferente al de otro que llegue a la casa con una edad avanzada. Cuanto más pequeño acceda el conejo a la dinámica de la casa mejor se integrará, incluso será posible que conviva junto a otras mascotas sin mayor problema. La amistad entre conejos, perros y gatos es posible, siempre y cuando todos ellos se conozcan desde pequeños.
Si queremos tener más de dos conejos debemos de tener en cuenta su sexo. En condiciones salvajes los conejos viven en colonias de entre 2 y 8 ejemplares en los que solo cabe un macho dominante y una hembra, los demás son progenie. Cuando los pequeños se hacen mayores, deben abandonar el hogar y fundar el suyo propio para no entrar en conflicto con la pareja de adultos.
Para tener más de un conejo la combinación más recomendable es tener una pareja y que ambos estén esterilizados. Las parejas de macho-macho o hembra-hembra son muy peligrosas pues fácilmente surgirán problemas de territorio, problemas de agresividad y actitudes violentas.
Ten en cuenta que la adolescencia de un conejo es un periodo complejo, como lo es en los humanos. En su caso, como comentábamos antes, es el momento en el que naturalmente deberían de dejar el grupo y emprender la vida por libre, por eso mismo cuando convivimos con un conejo adolescente, podemos sentir que su personalidad cambia y que se muestra algo más agresivo e independiente.
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Una especie crepuscular
Los biorritmos de los conejos son los grandes desconocidos para los humanos comunes, acostumbrados como estamos a otras mascotas, conviene tener en cuenta que los periodos de actividad de estos roedores son los amaneceres y atardeceres. Serán los momentos del día cuándo más apetito tendrán, más ganas de jugar y cuando podemos aprovechar para hacerles compañía y profundizar en nuestra relación con ellos.
El resto del día les gusta pasarlo a cubierto, resguardados descansando y si es posible en posturas relajadas, aunque por lo general siempre tienen los ojos abiertos, para escabullirse del atraque de algún depredador.
¿Cuáles son los gestos más comunicativos de los conejos?
En lo que sí están de acuerdo conejos, perros y gatos es en algunos de los gestos más universales. Cuando tu conejo te lame, tanto a ti como a otros conejos o animales, lo que está transmitiendo es cariño y cercanía. También, cuando un conejo te da un golpecito con su nariz, a modo de pequeños empujes, lo que quiere decir es que le hagas caso: quiere jugar o compañía. Ambos gestos denotan cercanía y aprecio y es para un dueño de conejo lo más parecido a una declaración de amor.
Otra postura que parece heredada, en este caso de los gatos, es hacerse más pequeño. Cuando un conejo se mantiene inmóvil y se encoje tanto que parece disminuir de tamaño, con las orejas gachas, lo que está haciendo es dar pena para pasar desapercibido. Es un mecanismo natural de protección que le induce a parecer poco valioso, nada interesante… y así en el caso de una disputa o agresión que el depredador pase a otra víctima.
Otros gestos de comportamiento divertidos de los conejos son los que tienen que ver con la búsqueda de cariño, juego e incluso caricias. Para ello el conejo se tumba en el suelo, apoyando incluso la cabeza al mismo nivel, de esta forma está mostrando su sumisión y disponibilidad para la actividad que nos apetezca.
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