Tener un perro en la casa significa comunicarse constantemente con un ser que no siempre comprende lo que le queremos expresar pero que, en efecto, lo disimula muy bien. El truco para que la relación de amistad entre perro y humano sea tan fructífera está en que los canes se integran a la perfección en la vida de cualquier persona, sea una familia, un solo integrante o incluso cuando la vida de estos perros se destina a profesiones como guía o policía.
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Los perros parecen comprendernos aún más que algunas personas, porque demuestran empatía, o eso parece. Por eso el ser humano trata, de forma constante, de intentar comprender qué nos quieren decir, qué sienten y qué podemos hacer para profundizar en ellos. El lenguaje corporal de los perros es una valiosísima herramienta de comunicación, pues lo que no pueden decir con la boca a veces lo expresan con su cuerpo.
Hemos consultado con Mónica Rodríguez, adiestradora canina. “Al final los códigos de comunicación entre perros y personas se acaban construyendo con el paso de los años, prueba-error, cada familia comprende a su perro de forma única”.
¿La mirada del perro puede decirnos algo?
“Hay personas que me dicen que cuando su perro ha estado rebuscando en la basura y poniendo patas arriba la cocina, al llegar a casa ellos lo saben con tan solo verle la cara, porque hay una expresión de culpabilidad en el perro, esto es posible, pero habría que explicar qué significa la culpabilidad en un perro, pues ese tipo de condiciones, sentimientos y situaciones no existen como tales en su mundo”.
Lo primero que tenemos que hacer para comprender el lenguaje corporal de los perros es quitarnos de encima toda la complejidad humana, el sentimiento de amor, de culpabilidad o de enfado. Los perros viven el aquí y el ahora, por tanto muchas de las expresiones de los perros no se corresponden con el sentido que nosotros le querríamos dar.
Según explica Mónica, la memoria juega un papel muy importante en los mensajes que los perros trasladan a los humanos. Ellos no se remontan a hechos anteriores o a cuestiones complejas. Por eso, cuando un perro nos está queriendo decir algo, a veces es mucho más sencillo de lo que nosotros queremos entender.
Volviendo al ejemplo del perro que ve a su dueño al llegar a casa, y le mira temeroso porque ha estado derribando el cubo de la basura de la cocina. “El perro podría tener una expresión distinta a la habitual, y comportarse de forma diferente, pero muy probablemente no recuerde nada de lo que ha pasado y que él ha sido el artífice de haber tirado el cubo de basura de la cocina en búsqueda de comida, por ejemplo. Sin embargo, él percibe que las cosas no están como deberían, tal vez por el olor, y por la excitación que ha sentido hace un rato (mientras hacía su travesura) y que no concuerda con la emoción habitual, probablemente él comprenda que estos indicios juntos pueden desencadenar en ti una reacción no deseada, pues anteriormente te has enfadado con él, pero no comprende qué ocurre, ni quién ha sido el responsable”.
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¿Los perros mueven la cola como signo de alegría?
“Anatómicamente los perros tienen cola para mantener el equilibrio, les sirve como timón cuando caminan por terrenos irregulares o cuando buscan la mayor agilidad. También les sirve para diseminar olores de sus glándulas anales con el fin de marcar territorio o aparearse. Sin embargo también la usan para comunicarse, un perro nunca mueve la cola cuando está solo en casa, por tanto se entiende que utilizan este movimiento como signo de comunicación cuando no es por una cuestión fisiológica”.
¿Entonces, qué quiere decir este movimiento de cola? Generalmente denota duda, sorpresa o advertencia. No necesariamente alegría. “Si llegas a casa y tu perro mueve la cola, se podría analizar este acto más bien como que está digiriendo la sorpresa por un encuentro que le es sugestivo, y no tanto como una cuestión más humana como la alegría, el amor o darte un mensaje de bienvenida, que son cuestiones más cercanas a los significados y la comunicación humana pero que no tienen tanto que ver con el aquí y ahora de los perros”, explica Mónica.
Sin embargo, sí se ha logrado determinar el significado de la cola atendiendo al arco y a la velocidad con la que la mueven. Si la cola está alta y algo arqueada, se estima que el perro está seguro, y que está manteniendo la situación bajo control. Si mueve la cola de lado a lado, con movimientos muy amplios, denota inseguridad. “A veces llamas a tu perro, pero él no sabe si ir hacia ti, o es que le quieres reprender, o tal vez es una llamada de atención de cualquier tipo, es común que el perro mueva la cola de lado a lado, lo que para él significaría: ¿qué hago?”.
La cola con movimiento rápido y amplio es un signo amistoso de emoción: está excitado por algo que ocurre. Sin embargo, cuando la cola está alta, rígida y se agita erizándose, es un signo de ataque agresivo, una advertencia.
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Signos de amor y de cercanía
Sin duda los perros tienen actitudes íntimas con sus dueños que jamás tendrían fuera del hogar. Una de las posturas que marcan un antes y un después en la relación con un perro es verle dormitar boca arriba. “Que un perro duerma mostrando la tripa es una señal instintiva de que se siente protegido y que confía totalmente en el entorno. Los perros, como todos los mamíferos, tratan de no dormir dejando desprotegidas sus debilidades, y la tripa es la zona más sensible”, explica Mónica.
No existe una postura concreta para el amor, pero sí para la felicidad. Cuando un perro da saltos, parpadea rápido, mueve la cola con gran velocidad e incluso agita el trasero, significa que está feliz y que tiene ganas de compartirlo contigo. “Generalmente casi siempre que un perro se muestra así es una llamada al juego, a vivir experiencias juntos. No significa tanto felicidad por el ahora, sino intención de convertir este momento en algo mejor todavía”.
Otra de las posturas significantes de los perros es la de la curiosidad. Cuando un perro se eleva apoyándose sobre una pata, y posa la otra sobre nosotros, o sobre la silla en la que estamos, y nos mira con la boca cerrada, es una expresión que usualmente significa curiosidad. “Y como casi todas las llamadas de los perros, nos está incitando a la acción. Los perros nunca nos interpelan porque sí, casi siempre quieren decir: muévete. Pero podemos entender que hacerlo también puede traducirse en nuestro idioma como: te quiero, porque quiero pasar tiempo contigo, porque me das curiosidad, porque me haces sentir bien”.
Cuidado, las posturas de tu perro no siempre son felices
Los perros utilizan su cuerpo también para expresar incomodidad, nerviosismo y con ello advierten que la situación puede desembocar en un conflicto. Lo cual es una herramienta muy útil para tratar de solucionar situaciones de agresividad antes de que vayan a más. Los perros se defienden primero con advertencias, que son muy fáciles de detectar.
“Si tu perro pone su cuerpo rígido, saca pecho, tensa la boca, su labio vibra mostrando los dientes, mantiene la mirada fija y la cola recta hacia arriba, está diciendo: ni te me acerques. Esta postura no suele utilizarse con humanos, y mucho menos con los miembros de la familia, se reserva más bien para conflictos con otros perros”, explica Mónica.
Por otro lado, si el perro se queda muy quieto, bosteza, tiene el rabo entre las piernas, babea en exceso y mueve bruscamente la cabeza, estaríamos presenciando lo más cercano a un ataque de ansiedad. “Los perros, cuando están sobrepasados, nerviosos o con un alto nivel de estrés, denotan posturas de bloqueo e indefensión, que suelen ir acompañadas de acercamientos a su amo, que querrían decir algo así como: ayúdame, no entiendo nada, no sé qué hacer: protégeme”.